Flamenco

Un recorrido antológico por los estilos de cantiñas

  • Mariana Cornejo interpreta en 'Cádiz por Cantiñas' una amplia selección de sus variantes realizada por el estudioso e investigador arcense Antonio Murciano

El proyecto le debía de rondar al poeta y flamencólogo arcense Antonio Murciano desde hacía años, porque sólo de ese modo se puede comprender el conocimiento largo que sobre el tema despliega al escribir las notas que acompañan a la grabación Cádiz por Cantiñas (Pasarela). Con el Congreso Internacional de Arte Flamenco, que se iba a celebrar en Cádiz en septiembre de 2007, en el horizonte, el escritor debió de pensar que ese era el momento de hacer realidad la idea: grabar un disco antológico del cante por cantiñas con todas las variantes que había ido estudiando y acumulando a lo largo de años de estudio y afición. Para ello pensó en Mariana Cornejo, Mariana de Cádiz de la que alaba su "conocimiento, voz, versatilidad y adaptabilidad", además de reconocerle que "aporta su versión personal de cada tema recreado, perfectamente lícita y aplaudible". A la cantaora, que le gustan las cantiñas hasta cultivar una afición paralela a la del escritor, la idea le entusiasmó a pesar del momento y de los inconvenientes. Era entonces, verano de 2007, el tiempo de los duros ensayos para poner en pie el espectáculo Cádiz, que también se iba a estrenar con motivo del citado Congreso. Así que Mariana tuvo que combinar los madrugones para los ensayos de Cádiz, con sus mañanas completas en el Centro Flamenco de La Merced y los viajes por la tarde a Sevilla, donde se registró la mayor parte de la grabación. La cantaora califica la experiencia como un maratón, algo que le tuvo un pelín estresada, pero que no le quitó ni una pizca de la ilusión y las ganas que el proyecto le daba. Ahora, con el disco ya editado, subraya su contento y la satisfacción de poder dejar así un legado para la gente más joven.

Para Mariana, todas las veinte variantes de cantiñas que interpreta son "completamente distintas" unas de otras, pero asegura que estas no son todas y que "todavía hay más por el mundo". De su participación y aportaciones a la grabación, a ella le gusta reconocerse como una "discípula muy disciplinada" que siguió al pie de la letra todas las indicaciones de Don Antonio Murciano, al que califica de "gran estudioso y aficionado". Tan sólo apunta a las cantiñas de El Chaqueta como una sugerencia suya y se siente especialmente orgullosa de su interpretación de las Jotillas de Cai, "muy ligadas, dobles y muy largas, pero muy dulces y muy bonitas". También destaca el trabajo hecho con un cante como la Tarifeña de Pepe Pinto, pues ese tipo de cantaores hacían el estilo libre y en esta grabación lo han metido ya por compás. Algo que no ha hecho falta con las cantiñas con chufla de su tío Canalejas de Puerto Real, que "ya venían más acompasadas". Finalmente, Mariana subraya la felicidad que le da poder interpretar los estilos de sus dos grandes ídolos y modelos de juventud, La Perla de Cádiz y La Paquera de Jerez, de las que declara que eran su delirio.

Para Antonio Murciano "esta obra es un regalo que Mariana le hace a la afición y un regalo que le hacemos a ella con motivo de recibir el Premio nacional de Flamenco de la Crítica española" que también recibió durante el citado Congreso. Generoso en su apreciación, el escritor arcense casi pasa por alto su labor que contribuye a "renovar y remozar la auténtica Fiesta Flamenca de Cádiz y su provincia". Para Murciano, en la grabación están representadas las cuatro grandes escuelas cantaoras de nuestra tierra: "la de Cádiz y los Puertos" -entendiendo en esta terminología la Isla, Sanlúcar, Chiclana y nuestros puertos pesqueros de la costa-, la de "Jerez y su comarca", esencialmente gitana, la "escuela del Campo de Gibraltar" y la de "Arcos y la Sierra". Y, efectivamente, todas ellas se encuentran representadas.

Otra curiosidad del estudio de Antonio Murciano es la clasificación que hace de la amplia gama de estos cantes rítmicos típicamente gaditanos que responden a la denominación general de "Cantiñas". Para él, siguiendo los esquemas de la realeza, la Reina de todas es la Alegría, la cantiña Princesa sería el cante de la Romera, creación de la cantaora de la tierra María la Romera (citada por Machado y Álvarez), y las cantiñas Príncipe, el Mirabrás y los Caracoles, siendo el resto las Infantas y las infantinas. Su interés ha sido salvarlas del olvido o de casi su segura pérdida debido a la falta de grabaciones o al desinterés recopilatorio. Aún así, califica a esta Antología de una "primera selección".

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