La ciudad de la historia por Eugenio J. Vega y FCO. Antonio García

Una revista para conocer la Transición andaluza

LA Ilustración Regional aspiró ser una revista de pensamiento que asumió para sí el reto de la concienciación andaluza y democrática a partir de determinadas temáticas emergentes del momento (defensa del medio ambiente, del patrimonio, de la identidad andaluza, de los derechos civiles y laborales, pacifismo, pluralidad religiosa, restauración monárquica, proyección europeísta…) Tal y como he venido defendiendo: existe una Transición periodística antes que la política, previa incluso a la muerte del dictador y aún bajo un discrecional y arbitrario uso de la Ley que rige las comunicaciones durante las dos décadas anteriores a la Carta Magna. 

La Ilustración Regional por medio de los números que representan su existencia, las 341 informaciones que guardan las casi mil páginas en las que participan un plantel de 140 colaborares…, significa el primer medio que, tras el paréntesis de décadas de Dictadura, asume el regionalismo andaluz como una cuestión básica en su ideario editorial a la vez que quiere tener una dimensión netamente regional. 

El origen burgués e ilustrado del grupo empresarial que impulsa su edición podría explicarnos la mesura y el reformismo de sus planteamientos, así como la visión unitaria de su percepción regionalista y democrática. Sin embargo, contrariamente a lo que pudiera parecer, entre sus firmas y opiniones no faltan nombres que años más tardes representarán a formaciones políticas netamente de izquierdas o nacionalistas. Incluso, las temáticas que abordan -siempre de forma crítica- serán de una extremada actualidad tal y como es el caso del Proceso 1001, el Mercado Común Europeo, la Revolución de los Claveles, el riesgo nuclear, los conflictos laborales, los acuerdos con Estados Unidos; o bien la permanente denuncia a los intentos de silenciar a los medios de comunicación por parte del régimen. Por citar sólo algunos ejemplos.

Entre sus impulsores figuran entre otros entre otros: Miguel Rodríguez-Piñero, Ramón Carande, Jaime García Añoveros, Manuel Olivencia Ruiz, Soledad Becerril, Rafael Atienza,... De carácter abierto y plural, la iniciativa editorial consigue poner en marcha un proyecto impulsor de valores democráticos regionalistas/autonomistas, no nacionalistas, que no duda en entrevistar a destacados dirigentes de oposición.

Por citar algunas breves características de su estructura interna y en cuanto a su identidad corporativa, cabe señalar que la cabecera es editada en Sevilla para toda Andalucía entre 1974 y 1976. De sus números, uno (el sexto) sufre secuestro por parte de la censura bajo acusaciones de “incitación al separatismo”, a la vez que sobre dos de sus números (15 y 16) ejerció la autocensura sobre algunos artículos en previsión de lo que se daba en llamar “secuestros preventivos”. Entre sus colaboradores habituales cabe citar a: Fernando Álvarez Palacios, Manuel Pizán, José Aumente, Castilla del Pino, José M.ª González Ruiz, Juan Antonio Lacomba, Roberto Mesa, Isidoro Navarro, Antonio Ojeda, Víctor Pérez Escolano, Antonio Rodríguez Almodóvar, José Rodríguez de la Borbolla, Amparo Rubiales… Entre los personajes entrevistados de los que la cabecera se hace eco: José Mario Armero, Joaquín Rodríguez Walker, Fernando María Castiella, Manuel Jiménez de Parga, Dionisio Ridruejo, Raúl Morodo, Joaquín Ruiz Jiménez, Antonio Fontán, Alejandro Rojas Marcos (quien expone por vez primera un concepto básico del andalucismo político: Poder Andaluz)… y entre los periodistas que representan su Consejo de Redacción: Antonio Burgos, Antonio Checa, Eduardo Chinarro, Nicolás Salas, Ángel Fernández Millán, Antonio Ramón Espejo e Ignacio Romero de Solís, quien junto a Javier Smith Carretero y Miguel Ángel Egea serían los tres directores que tiene el medio.

Mi trabajo, ‘La Ilustración Regional (1974-1976). Una revista para la Transición andaluza’, aborda el panorama mediático andaluz años antes de la muerte de Franco y realiza un breve sondeo de las principales revistas, en distintos órdenes, que proliferaron por las ocho provincias. Finalmente, en el capítulo más especifico sobre la revista, se analiza la estructura empresarial de la cabecera, sus colaboraciones, temáticas, propósitos, características de la edición, la publicidad que se inserta, los variados problemas que tiene con la censura e incluso presentamos algunas explicaciones a su desaparición con la llegada de la democracia.

La necesidad de una reforma del régimen desde dentro empuja a un pequeño sector a promover un medio de comunicación, sensibilizando con ello y marcando el camino a una élite burguesa e ilustrada que se siente comprometida con los designios de Andalucía, que quiere ocupar un papel privilegiado o, al menos, una buena posición ante los hechos que pudieran darse en España. En paralelo a otras experiencias del país, La Ilustración Regional representó un importante y singular esfuerzo de reflexión y divulgación. Entre la crítica y la didáctica, la cabecera no esconde problemas y proyecta la necesidad de solución desde el diálogo, el consenso y, con algo que tampoco hizo por ocultar: una democracia que es modernidad europea y esta implica elecciones libres. El repaso a la prensa de entonces, de la que La Ilustración Regional es un buen ejemplo, ayuda a comprender por qué hay más tarde reforma y no ruptura, ya que las élites comienzan a percibir la necesidad de adaptarse a los nuevos tiempos y sobrevivir a las transformaciones político-institucionales que se avecinan. 

Su estilo periodístico es cercano a la reflexión y al ensayo, cuando no a un periodismo de investigación que denuncia y socializa las contradicciones del régimen Franquista. Sus páginas están llenas de editoriales, artículos de opinión, comentarios y todo tipo de géneros interpretativos y críticos -incluso el humor- de manera que el conjunto forma un bloque inquebrantable a favor de las reformas. Siempre acompañados de cuestiones internacionales, económicas y culturales, en la medida en que el futuro de España no está disociado de lo que se vive en Europa o el mundo.  

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