Protagonizaron un capítulo renovador de la historia del arte español, en el que irrumpieron cargados de ironía y de referencias hasta entonces insólitas en el entorno, pero, sin embargo, la importancia de los creadores adscritos a la figuración madrileña de los 70 no había dado pie a una exposición retrospectiva ni un análisis detallado del papel desempeñado por estos artistas. El Reina Sofía abordó este verano esa asignatura pendiente de la museografía nacional en Los esquizos de Madrid, una muestra que viaja ahora a Sevilla y con la que el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo iniciará su programación de 2010.

El acercamiento a este grupo, cuya trayectoria como tal transcurrió entre 1970 y 1985 aunque sus integrantes continúan en activo por separado, se articula a través de un exhaustivo recorrido que trasciende la sucesión de pinturas y dibujos. Fotografías, películas, piezas de música, libros y revistas, entre otros soportes, reconstruyen la historia de este colectivo cuyo singular nombre de esquizos se debe al apelativo que le pusieron, desde Barcelona, los miembros del grupo Trama, y que estuvo compuesto por artistas de la relevancia de Carlos Alcolea, Chema Cobo, Luis Gordillo, Guillermo Pérez Villalta o Manolo Quejido, entre otros.

Con una frescura que posibilitó la posterior aparición de la Movida madrileña, los autores de la figuración madrileña combinaban en su producción el escenario del tardofranquismo y la transición con un crisol de influencias en el que tenían cabida desde Marcel Duchamp hasta David Bowie o John Cage, y que bebía igualmente de otros pintores como David Hockney o Alex Katz.

Los contenidos de la retrospectiva dejan constancia de la evolución seguida por estos autores y se detienen en los episodios que fueron marcando su actividad creadora, desde los seminarios de Generación Automática del Centro de Cálculo al ciclo Nuevos comportamientos artísticos del Instituto Alemán, así como las diferentes exposiciones que protagonizaron en las galerías Amadís, Buades, y Edurne. Los responsables de la exhibición -comisariada por María Escribano, Iván López Munuera y Juan Pablo Wert, quieren así "contribuir a la definitiva inscripción historiográfica de este grupo de artistas" y despertar las "reflexiones y evocaciones" que ayuden a entender la ruptura que supuso este movimiento.