Amazon ha crecido sustancialmente durante los últimos años gracias a la tendencia estructural del comercio electrónico y los servicios en la nube. El negocio se encuentra bien diferenciado en dos grandes segmentos: uno de distribución y otro más tecnológico, el del servicio de almacenamiento en la nube o AWS, donde los márgenes operativos son mucho más elevados.

En el año 2021, la compañía se ha quedado algo rezagada debido a la desaceleración del comercio electrónico tras la reapertura de la economía, lo cual se une a los conocidos problemas en la cadena de suministro.

A pesar de ser un líder de mercado en sus respectivos segmentos, deberíamos vigilar ciertos riesgos como los regulatorios, la correcta ejecución de las inversiones futuras, la mayor presencia de nuevos competidores en el negocio de la nube, así como riesgos macroeconómicos que afecten al crecimiento de la economía.