En el periodo de la transición hacia un sistema homologable de democracia, tuve el sentimiento de estar inmerso, junto a otros muchos, en una etapa de cambio. Fue una sensación de formar parte de una ciudadanía múltiple, que tocaba con los dedos un cambio social histórico. Desde Jerez, Cádiz, junto a muchos conocidos y muchos anónimos. Fue una vivencia de pertenencia vital, de apostar por la libertad poniendo en riesgo a ella misma. No era heroísmo, era una situación sensitiva de lo nuevo.

Decía Bertolt Brecht en el poema "Preguntas de un obrero ante un libro": …La noche en que fue terminada la Muralla china, / ¿a dónde fueron los albañiles?/ Roma la Grande está llena de arcos de triunfo. / ¿Quién los erigió?...".

Con la vuelta del Emérito Juan Carlos I, el Alcalde madrileño, Martínez-Almeida, afirmaba que "El Emérito" trajo la democracia a España y puede por sus méritos venir a España…. No es cierto alcalde. La constitución se la arrancamos miles de españoles a la derecha económica y políticamente franquista. ¿Cuántas muertes costó? ¿Cuántos jóvenes, obreros, apaleados, detenidos, encarcelados? ¿Cuántos curas en la cárcel de Zamora? ¿Cuántos estudiantes y abogados asesinados por los defensores del régimen?

Dice el alcalde de Madrid que "…trajo la democracia"….No fue así. Lo que hace el alcalde es tergiversar nuestra historia. Lo que dice Martínez-Almeida, es una apropiación indebida

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