Caídas pendientes de EEUU

En la jornada de ayer, los principales índices europeos cerraron en rojo a la espera de conocer el dato de inflación de EEUU, que podría marcar la senda de subidas de tipos de la Fed.

Esta evolución a la baja de las bolsas se produce tras las proyecciones del FMI para el año 2023, que sitúa el crecimiento global en el 2,7% (frente al 2,9% estimado en julio), lastrado por el endurecimiento de la política monetaria y la incertidumbre derivada de la guerra de Ucrania.

Asimismo, se aproxima la temporada de resultados, que podría ser la peor desde el segundo trimestre de 2020. En este sentido, se han rebajado las expectativas de resultados trimestrales de las empresas un 7,2% y se estima un crecimiento del beneficio por acción del 3%, lejos del 9% esperado a comienzos de año.

Por otro lado, la jornada volvió a estar marcada por la crisis del mercado de renta fija en Reino Unido tras anunciar el gobernador del Banco de Inglaterra (BoE) que no extenderá el programa de compras de emergencia más allá del viernes, en contraposición con lo que sugerían a primera hora del día otros miembros del BoE, que se mostraban abiertos a continuar el programa si la dinámica del mercado lo requería.

El Íbex 35 cerró por debajo de 7.300 puntos tras retroceder un 1,29%. Los títulos que más se revalorizaron fueron Rovi (+2,86%), Indra (+0,58%) y Caixabank (+0,42%). Las mayores caídas se produjeron para Acciona EN (-4,66%), Cellnex TE (-4,46%) y Meliá (-3,60%).