Seremos una de las patrias del las birras nacionales, nuestra querida Cruzcampo, pero este hecho dista mucho de que nos hayamos erigido en un lugar donde degustar esta bebida en condiciones. En Andalucía se tira muy mal la cerveza. Los barmans, camareros y 'tascas' de toda la vida siguen teniendo serios problemas a la hora de servir este fermentado de cebada y lúpulo. Hay quien pone más empeño, como mi admirado Pepe (ayer nos tocó 'El Gordo', vamos que nos estrechó la mano), y otros a los que el término espuma les suena a eso que dejan las olas cuando rompen contra la orilla. De bebida gruesa ha pasado a erigirse en el templo rubio donde afinan sus sentidos cientos de miles de personas en nuestra tierra. Si le ponen mal la cerveza protesten. Ya me lo decía hace años un barman italiano: "Si en España se devolvieran los cafés mal preparados se vendían dos de cada diez". Si es usted un desengañado de la rubia, pásese al vino de Jerez. Está ahí. Le hace ojitos. Y está buenísimo. Además, oiga, es aún más de su tierra.