El Íbex 35 cerró ayer prácticamente plano, con un descenso del 0,07%, en una sesión muy volátil, en la que se alternaron el rojo y el verde.

Los inversores tuvieron que reaccionar a factores contrapuestos, con elementos negativos, como los datos de empleo en Estados Unidos, peores de lo esperado, las tensiones entre Washington y Pekín, y los rebrotes del coronavirus; y otros positivos, como los resultados empresariales en EEUU y la posibilidad de nuevos estímulos en ese país.

El selectivo de la Bolsa española perdió 5,20 puntos y terminó la jornada en 7.384,9 puntos. En lo que va de año, acumula un descenso del 22,66%.

El Íbex cerró en negativo a pesar del empuje de Cellnex, que se disparó un 8,27% tras anunciar una ampliación de capital.

Todos los grandes valores terminaron en rojo. Telefónica bajó un 1,61%; Santander, un 1,53%; BBVA, un 1,29%; Repsol, un 1,17%; e Iberdrola, un 0,23%.

En el resto de Europa, excepto Milán, que bajó un 0,70 %, las demás bolsas acabaron casi planas. Fráncfort perdió un 0,01% y París, un 0,07%; mientras que Londres subió un 0,07%.

En Asia, con Tokio cerrado, Hong Kong ganó un 0,82%, pero Seúl cayó un 0,56%.

En el mercado de deuda, la rentabilidad del bono español a diez años, el de referencia, llegó a situarse en el 0,310%, su mínimo desde marzo, pero después repuntó hasta el 0,325%.

Igualmente, la prima de riesgo, la diferencia de rentabilidad con el bono alemán, considerado el más seguro, bajó hasta 80,7 puntos básicos.

El barril de petróleo West Texas Intermediate (WTI) cotizaba en 41,73 dólares, mientras que el crudo Brent marcaba un precio de 43,97 dólares.

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