El parqué
Jaime Sicilia
Sesión de menos a más
Para los amantes de la música, del teatro, de la ópera, de lo andaluz, y también para todos aquellos que no lo son aún, porque no hayan tenido la ocasión de descubrirlo (¡aprovechen, es una oportunidad excelente!): el Teatro Villamarta tiene programada la ópera Carmen de G.Bizet los días 23 y 25 del próximo mes de junio. Es una producción propia del Teatro, estrenada en el año 2006 y repuesta también en 2011. Para detalles sobre horario, elenco, coro, orquesta, escenografía, vestuario, dirección musical y escénica, iluminación, vestuario, etc. pueden consultar la propia web del Teatro.
A la sombra de este evento me gustaría hacer algunas reflexiones en torno a la cultura, la necesidad de cooperación que la práctica de la misma lleva implícita y los beneficios (léase utilidades, provechos, bondades) que procura. Y lo voy a hacer orbitando alrededor de la producción de Carmen y del Coro del Teatro Villamarta, agrupación bien conocida ya en Jerez y que tuve el honor y el placer de dirigir durante cuatro temporadas.
El principio de cooperación es fundamental en toda actividad humana. Un sucinto análisis a la estructura organizativa de la puesta en escena de Carmen nos hará descubrir que, además de la iniciativa del Teatro Villamarta, con su plantilla multidisciplinar y su estructura organizativa y económica, han sido necesarios la colaboración de escenógrafo, figurinista, director de escena, iluminador, director musical, pianista correpetidor, coro (CTV), orquesta, regidora, maquilladora, figuración... (quieran disculparme los no citados).
El Coro del Teatro Villamarta lleva 26 años de labor artística ininterrumpida al abrigo del Teatro Villamarta y, hasta hoy, se ha ocupado de dar cuerpo y voz a todos los coros de todas las óperas y zarzuelas que ha programado el Teatro durante este lapso de tiempo, ocupándose también en otras actividades como conciertos y producciones de ópera ajenas al Teatro Villamarta. Haciendo otro sucinto análisis a la estructura de preparación de un coro para una producción de ópera, nos percatamos de que son necesarios un mínimo de 40 coralistas, salas de ensayo, pianos, pianista acompañante, jefes de cuerda, director, subdirector, junta directiva, estructura económica... (de nuevo disculpas a los no citados) y tiempo, tiempo, horas de ensayo... Y, si invertimos tiempo y recursos económicos pensando en la formación y el futuro, un coro infantil y juvenil, como efectivamente sucede con la Escuela Coral de Jerez, en marcha desde el pasado octubre de 2022 dentro del proyecto del CTV.
Sin cooperación, el hecho cultural, la cultura, no se consuma.
Sin ánimo de fatigarles, quiero aún apuntar cuán importante considero la labor de siembra cultural que significa dar vida y mantener formaciones artísticas que permitan la práctica, la difusión y el aprendizaje del arte. A la siembra sigue la cosecha... y pido disculpas a los que ahora podría citar.
Y, para ir terminando, gracias de antemano a todas las personas, profesionales o no, que van a tomar parte en el montaje de Carmen, los "artistas", los que constituyen el "equipo" de transmisión, gracias al cual el día de la función, en la penumbra de la sala, ustedes y yo podremos bucear en nuestro interior y volar a otras esferas, no menos ciertas e incluso más bellas que las cotidianas. La cultura, en su más amplio sentido, es el tesoro intelectual y espiritual que nos define como humanos.
¡Ya saben, aprovechen, es una oportunidad excelente! ¡Nos vemos en la función!
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