Análisis

Manuel Serrano Jiménez

Devoción y veneración hacia la Madre de Dios

Estamos en pleno mes de diciembre y este es uno de los meses marianos por excelencia. Un mes con un claro sentido de dedicación hacia la Madre de Dios en el que vemos, aquí en nuestra tierra, ese amor y devoción hacia La Santísima Virgen María y que, si miramos hacia un lado u otro, vemos como con cualquiera de las advocaciones de María la Madre de Dios, nosotros la veneramos como se lo merece y lo percibimos en múltiples ejemplos en nuestra ciudad en estos últimos días pasados.

Hemos visto varios actos de devoción y veneración en los diversos actos de este tipo en honor a la Virgen María se han celebrado en estos últimos días y como no, en los nacimientos donde vemos a la Madre de Dios en el acto intenso del Amor de la Madre hacia su Hijo, Jesús,

Esa devoción y veneración, esas palabras que oímos con tanta frecuencia cuando hablamos de la Santísima Virgen en nuestros ámbitos cofrades, son palabras que recogen, para mí, un intenso e importante sentimiento de Amor a la Santísima Virgen, y que, en muchos casos, desconocemos su significado e importancia hacia lo que es nuestro sentimiento hacia la Madre de Cristo.

Devoción, se puede decir que es el sentimiento de profundo respeto y admiración inspirado por la dignidad, la virtud o los méritos de una persona, una institución, una causa, etc., es el sentimiento y actitud de profunda veneración.

Así, la Real Academia en sus diversas acepciones el diccionario lo dice así: "Amor, veneración y fervor religiosos. Práctica piadosa. Costumbre devota, y, en general, costumbre buena. Prontitud con que se está dispuesto a dar culto a Dios y hacer su voluntad".

Veneración es el acto y el resultado de venerar (rendir culto, respetar al máximo a algo o a alguien). No obstante, eso no quita para que la veneración religiosa se pueda demostrar mediante otras actividades tales como besamanos y triduos solemnes en honor, además de a la Virgen María, a ciertos santos de la Iglesia.

Estos dos hechos son frecuentes oírlos y verlos en nuestro ámbito de hermandades y no solo eso, sino que se promueve, se divulga y se intenta hacer todo lo posible por hacer que la devoción, el amor, la veneración hacia la Santísima Virgen crezca todo lo posible a través de los innumerables actos dedicados a Ella que se realizan en nuestras corporaciones cofrades.

La devoción, la verdadera devoción, hacia la Santísima Virgen, en mi torpe entender, es o debe ser interior. Es decir que procede del espíritu, del corazón, de los sentimientos, de la estima que se tiene de Ella; de la alta idea que nos hemos formado o nos han formado, de sus grandezas y del amor que le tenemos al ser la Madre de Jesús.

Así es lo que tratamos de hacer los cofrades, los hermanos de mi Hermandad, tratar, si ello es posible, de dar a conocer, aumentar, crecer, divulgar, popularizar, enaltecer, glorificar, todo ello para a mayor gloria de Dios y de su Santísima Madre.

En nuestro caso todo ello hacia nuestra amantísima Titular, aunque creo que su amor devoción y conocimiento de Nuestra Señora de la Estrella es más que conocida y recibe ese culto, amor y devoción, no sólo de los Lasalianos de todas las edades, sino que en general, de todo el pueblo de Jerez, cofrade y no cofrade, que con sus expresiones hacia Ella, (y lo ha demostrado sobradamente en múltiples ocasiones) es conocida y más que merecida de que sea coronada canónicamente, como así se realizaraen menos de dos años.

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