Tocaba hacer la pregunta incómoda. La que tiene lugar como colofón de la sección de Gonzo en El intermedio. Pero a pocas horas de conocerse el fichaje del periodista como sustituto de Jordi Évole para Salvados, El Gran Wyoming se pidió el turno. Apuntando a su espalda, le preguntó a su colaborador de cabecera, después de tantos años, si podía quitarle el enorme puñal que le acababa de clavar con nocturnidad y alevosía.

En realidad, los hechos fueron mucho más amigables. El sucesor natural de Évole no podía ser otro que Gonzo. Es así, evidentamente. Basta repasar sus reportajes y entrevistas en El intermedio para comprobar cómo su sección un día sí y otro también pasaba a ser un spin off de Salvados.

Y así será a partir de la próxima temporada, de la que no podemos esperar más que un enorme compromiso por parte del periodista, lo que sumado a la prodigiosa realización y grado de excelencia del equipo de producción de Salvados seguro nos abocará a un programa excelente.

El legado de Évole es un caramelo. Más de dos millones de espectadores siguieron su última entrega, desarrollada en su barrio natal de Cornellá, San Ildefonso. Si Cuéntame es la ficción que nos retrata, Mi barrio fue la no ficción en la que todos nos vimos reflejados. Fue emocionante saber que al igual que Íker Jiménez a los 12 años grababa vídeos caseros mostrando su pasión, también Évole en 1981, con ayuda familiar, también filmase sus días cotidianos.

Lo mejor del caso es que a partir del próximo otoño disfrutaremos del 2 x 1. Gonzo mantendrá el semanal Salvados en lo más alto, nadie lo duda, mientras Jordi Évole comienza a escribir nuevas páginas en ese género periodístico donde tan a gusto se encuentra. Quieto no va a estar. Por lo que los espectadores le estamos muy agradecidos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios