El jugador de cantera español está muy cotizado en el mundo. Esto, es evidente, no es fruto de un día, ni de años, sino de décadas de trabajo por parte de los entrenadores-educadores de las distintas escuelas-canteras de las que se nutre nuestro deporte.

Uno de los frutos más reconocidos fue el oro olímpico en fútbol de Barcelona 92, aquella famosa quinta del Cobi que contó en sus filas con jugadores de la talla de Kiko, Guardiola, Cañizares, Ferrer, Abelardo, Luis Enrique o Alfonso entre otros, chavales que provenían de algunas de las mejores canteras de fútbol nacional: Mareo del Sporting de Gijón, Tajonar de Osasuna de Pamplona, Lezama del Athletic, la del Sevilla o el Betis, La Masia del Barça o la ‘Fábrica’ del Real Madrid.

Los Golden Boys de Basket ganaron en el 99 el campeonato del mundo ante USA en Lisboa, allí estaban los Gasol, Navarro, Raúl López, Felipe Reyes o Berni Rodríguez, claros exponentes de la labor de cantera que se venía haciendo en el baloncesto nacional, principalmente Estudiantes, Badalona, Málaga, Barcelona o Real Madrid.

Podríamos hablar de la labor de cantera en el ámbito del motociclismo, que tantos campeonatos del mundo de MotoGP, con el paso de los años, nos han ido regalando, o de balonmano y las escuelas vasca, cántabra, navarra, catalanas, malagueñas o madrileñas. Hasta Rafa Nadal  ha creado su propia escuela de tenis en Mallorca.

Pero donde es más que evidente, por ser más conocido y popular, el valor del jugador de cantera formado en nuestro país, es en el fútbol. Los principales equipos del mundo, es decir, los City, United, Liverpool, Milán, Juve, Bayer, llevan años pescando en las canteras españolas.

Es verdad que el deportista español tiene talento, a los hechos nos remitimos, pero el éxito de estos hombres y mujeres que triunfan por el mundo, no solo se debe a ese talento propio, sino que un alto, muy alto me atrevería decir, porcentaje de ese éxito se debe a los entrenadores y entrenadoras que esos deportistas tuvieron en su etapa de formación. Las escuelas de cantera en nuestro país son modelos en el mundo, de hecho son muchos deportistas de otros países quienes deciden formarse en España y muchos países los que firman acuerdos de colaboración para que las metodologías y entrenadores españoles se implanten en sus propios estados.

Creo que si de algo podemos estar orgullosos en España, por encima de los éxitos de tal o cual deportista, tal o cual club o selección, es del sistema educativo-formativo que configura lo que llamamos labor de cantera.

La pena es que en España no exista un solo colegio, ni un solo profesor o profesora para formar a la teórica futura reina de España. En tiempos en los que Felipe de Borbón  se llena la boca de unidad, de que España tiene que superar todo esta crisis política, económica, sanitaria, en base a nuestro esfuerzo común, el mensaje que nos hacen llegar de la casa real, es que la princesa se tiene que formar en otro país. España no es suficiente para ellos. Será demagógico, pero lo considero justo y necesario, lo mismo que hemos descubierto con el Covid el valor de nuestros sanitarios, ahora con la marcha de Leonor a la Gran Bretaña, debemos destacar la labor del profesorado, aunque sea insuficiente para formar a la princesa de España ¡Vivan nuestros profesores! Si han superado una oposición pública, más aún.