Análisis

Santiago Cordero

¿Existen las diosas?

Hemos crecido sin referentes femeninos de éxito

'El ocaso de los dioses' era el título del artículo de la pasada semana. En él, pretendía reflexionar sobre la manera en que podemos afrontar la madurez, el envejecimiento. Para mi argumentación, utilicé la actitud de grandes deportistas españoles que ya están en la recta final de sus carreras o incluso se han retirado.El caso es que mi hija, entre otras cosas, me dijo "no veo referentes femeninas en tu artículo". Llevo toda la semana con ese runrún en la cabeza. La realidad es que no había nombrado ninguna gran deportista española. Tristemente hay una explicación, toda mi generación y las anteriores a mí hemos sido educados, hemos crecido sin referentes femeninos de éxito. Las mujeres estaban en casa (abuelas, madres, tías y hermanas). Así de simple. En el deporte, allá por el mes de julio se ponía de moda en los 80, Arantxa Sánchez Vicario (la hermana menor de los Vicario decían) y luego Conchita Martínez, veíamos algún descenso de Blanca Fernández Ochoa (la hija de Paquito), luego Barcelona’92 visualizó algo el deporte femenino español, pero poco más.

A mi hija, a mi hijo, a toda la generación que nos sigue, les tengo que decir que ni a su madre ni a mí nos dieron referencias femeninas cuando crecimos. Nos enseñaron que las diosas no existen, menos aún en el deporte. Pero gracias al esfuerzo titánico, casi nunca reconocido, de muchas mujeres, en la política, en la ciencia, en la literatura, en la medicina, en la filosofía, en la investigación, en la enseñanza y, por supuesto, en el deporte, gracias a ellas y su esfuerzo, vuestra generación es capaz de reivindicar la existencia de las diosas.

Hace cinco años, no digo ni diez, ni veinte, ni treinta, era impensable que un partido de fútbol femenino congregara más de 60.000 aficionados en un estadio español y este año lo hemos visto, igual que a una mujer árbitro pitar en la Final Four de baloncesto masculino o partidos de la NBA. Queda mucho camino por recorrer, pero lo importante es que vuestra generación y muchos de la nuestra sabemos que debemos recorrer ese camino y que, aunque algunos retrógrados (hombres y mujeres) se empeñen, nadie ni nada va a impedir que avancemos en pos de la igualad de derechos y oportunidades. Claro que existen las diosas.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios