El perro mira hacia el infinito; el gato sale huyendo despavorido sin motivo aparente. Nuestras mascotas tienen un sexto sentido que, a veces, se nos puede escapar a los humanos, aunque no al programa Casas encantadas, los martes en DKiss. En él, se recrean historias reales en las que los animales de la casa han alertado a sus dueños de presencias extrañas precisamente con sus comportamientos. A veces puede parecer que se quedan escuchando lo que nuestro oído no percibe, o que ven algo más que lo que ocupa esta dimensión. Puede daryu yu, pero el dato científico es que los animales trascienden muchas veces nuestras percepciones; que se comuniquen con el más allá, o no, eso ya cada cual que crea lo que quiera, y que vea Casas encantadas o no. Sea como sea, no deja de ser una ficción que puede atraer a los aficionados al género de terror, y a las ficciones basadas en hechos reales.

Esta serie documental recrea a lo largo de seis entregas situaciones vividas por personas que han experimentado un contacto paranormal a través de sus mascotas o de otros animales que se supone poseen una capacidad sensitiva más desarrollada que los humanos. De esta manera, Casas encantadas pone el foco en cómo nuestras adorables mascotas pueden llegar a ejercer de nexo entre nuestro mundo y el de los espíritus. Para ello cuenta con los testimonios y declaraciones de las personas implicadas en estas inquietantes experiencias, además de mostrar a algunos de los animales protagonistas de cada historia. Para dar una mayor veracidad a estos extraños y escalofriantes acontecimientos, DKiss habla con expertos investigadores paranormales que fueron llamados en su momento para examinar y registrar estos casos tan particulares y que ofrecen a los espectadores otra visión de estos sucesos.

Una de las protagonistas es Melissa, una mujer que tras mudarse con su familia a un nuevo hogar se da cuenta de que su perro no para de ladrar y de estar molesto ante cualquier situación aparentemente normal. Poco después, lo que parecía ser la casa de ensueño ideal para la familia, se convierte en el pasaje del terror cuando su hermana aprecia la sombra de una persona en el pasillo. A la postre descubrirán lo que está enterrado debajo de su patio trasero. También se adentra el programa en la casa de Talasyn y Travis, dos niños que siempre supieron que había algo inusual en su vivienda. Sus gatos se sobresaltaban fácilmente, las puertas se cerraban y se abrían por sí solas y los objetos se movían de manera inexplicable. Un demonólogo pondrá los puntos sobre las íes a los malignos espíritus que alteran su paz.

No dejan de ser recreaciones, pero no tienen nada que envidiar a Poltergeist o Los otros.

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