Santiago Cordero
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Es el mes de mayo el mes que la Santa Madre Iglesia dedica especialmente a la Madre de Dios a la Stma. Virgen y los que tuvimos la suerte de educarlos en los colegios La Salle, trajimos aprendido que este mes es el mes de María y estoy seguro que muchos de los alumnos que nos hemos formado en las escuelas católicas recordaran el canto de ‘Venid y vamos todos con flores a María, con flores a María que Madre nuestra es’.
La primavera y el mes de mayo presentan una naturaleza verde, en flor, con buen tiempo. Ese reflejo de la belleza de la naturaleza también habla de María, de su hermosura y de su virtud. Este es el mes de las flores, uno de los meses más bonitos de la primavera por su esplendor y en este mes es el que más ofrecimientos, sobre todo de las flores más bellas, se ofrecen a la Virgen María como muestra de cariño, de la devoción y del amor de los cristianos. Por eso este mes se lo dedicamos a la más delicada de todas sus criaturas: la Santísima Virgen María, alma delicada que ofreció su vida al cuidado y servicio de Jesucristo, nuestro redentor.
María era una mujer de profunda vida de oración, vivía siempre cerca de Dios. Era una mujer humilde, es decir, sencilla; era generosa, se olvidaba de sí misma para darse a los demás; tenía gran caridad, amaba y ayudaba a todos por igual; era servicial, atendía a José y a Jesús con amor; vivía con alegría; era paciente con su familia; sabía aceptar la voluntad de Dios en su vida. Por todo ello y por mucho más, María tiene que ser un auténtico ejemplo para nosotros los cristianos, los cofrades, y que sea la referencia de en nuestra vida como muestra de nuestro amor y devoción hacia Ella.
La devoción a la Virgen viene desde la Edad Media, que fue cuando los cristianos empezaron a asociarlo con la Virgen María. Incluso me atrevería a decir que el rey Alfonso X ‘El Sabio’ afirma esta veneración hacia la Madre de Dios y las cántigas que hace en honor de Ella lo ratifica.
Los jesuitas y dominicos se encargaron a través de los siglos y se preocuparon de extender y fomentar esta devoción hacia la madre de Dios, haciendo especialmente que esta fuese especialmente dedicada a la Virgen María en el mes de mayo, ‘mes de las flores’, ‘mes de María’.
La idea de un mes dedicado, específicamente, exclusivo a María, es una idea que se remonta al tiempo barroco o siglo XVII. En esta época volvió a incluirse un culto especial a María en el mes de mayo, que es el que ha llegado hasta la actualidad. Esta costumbre se extendió sobre todo durante el siglo XIX y se practica hasta hoy, si bien, no siempre se llevó a cabo en mayo, ya que en otros siglos se produjo ésta en otros meses.
Es en ese siglo cuando en el mes de María incluía treinta ejercicios espirituales diarios en honor a la Madre de Dios. Fue en esta época que, el mes de mayo y de María, se combinaron, haciendo que esta celebración cuente con devociones especiales organizadas cada día durante todo el mes. La celebración de este mes de mayo es más que una tradición entre los cristianos, es un homenaje y una acción de gracias hacia quien es Nuestra Madre.
S.S. el Papa Francisco nos alienta a esta devoción a la Virgen María y lo hizo especialmente en el comienzo de la pandemia, que nos decía: “Queridos hermanos, contemplar juntos el rostro de Cristo con el corazón de María, nuestra Madre, nos unirá aún más como familia espiritual y nos ayudará a superar esta prueba, sobre todo con la oración del rezo del Santo Rosario”. También: “Hoy comienza el mes dedicado a la Madre de Dios -dijo el 1 de mayo el Papa Francisco-, quisiera invitar a todos los fieles y comunidades a rezar el Rosario por la paz todos los días de mayo, porque el rezo del Santo Rosario es un arma poderosa contra el mal, y un medio eficaz para obtener la verdadera paz en nuestros corazones. Que el Señor los bendiga y los proteja siempre de todo mal”.
El rezo y meditación del Santo Rosario despliega toda la vida de Cristo a través de los ojos de María. Esto es un verdadero catecismo.
Animo como cofrade a que recemos el Santo Rosario, especialmente en este mes de mayo todo lo que nos sea posible, a la Virgen en cualquiera de sus advocaciones, en nuestro caso hacía la Virgen de La Estrella como refuerzo de nuestro amor y devoción por la Coronación Canónica que se celebrará el próximo 14 de octubre.
Es frecuente que, en algunos casos en determinados lugares, en este mes de mayo, mes de María, a la Virgen se le ofrezca o se le ponga una corona que está hecha de hermosas flores que representan la belleza y la virtud de María y también es un recordatorio a los fieles para esforzarse en imitar sus virtudes, ejemplo que debe ser para todos nosotros.
Este tipo de coronación de flores, además de la coronación del rezo del Santo Rosario a la Virgen de la Estrella, debe ser el preludio de la gran celebración eucarística que se llevará por su Coronación Canónica, como ofrecimiento de toda la familia lasaliana.
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