Línea de fondo

Santiago Cordero

Santiago.cordero@jerez.es

Normas para todos

Djokovic y su 'affaire' australiano

A la hora de redactar este artículo, el caso Novak Djokvic no está oficialmente resuelto. Todo hace indicar que finalmente no podrá jugar el Open de Australia, pero el caso está en manos de los jueces del país australiano.

A la fecha, han sido muchas personas las que se ha posicionado, tanto a favor como en contra, pero la realidad es que el serbio no cumple la normativa vigente para poder entrar en Australia.

Tanto ATP, que curiosamente poco o nada ha dicho de momento al respecto, como la organización, que fue la que quiso darle una exención médica tras haberse contagiado de Covid en  diciembre pasado, ha provocado un radicalismo alrededor del jugador serbio. Anti vacunas y pro serbios han hecho un frente común para defender la presencia del tenista número uno del mundo en este Open, considerado uno de los cuatro grandes de la temporada. Para estos, Novak se ha convertido en algo mucho más grande que el mejor  jugador del tenis mundial, en adalid de la libertad, en un Robin Hood de los oprimidos por los gobiernos, el ejemplo a seguir.

Partiendo de la base que la pandemia que nos ha tocado vivir era un escenario que nadie se esperaba, más allá de los guionistas de Hollywood, y que ésta ha cambiando de manera diametral la forma de relacionarnos en nuestro entorno, pero también a nivel global. Confinamientos, aislamientos, mascarillas, respiradores, vacunas  y, sobre todo,  cientos de millones de contagiados y millones de muertos. Partiendo, como digo, de esta realidad, siguen existiendo los derechos individuales, que estamos en nuestra obligación de defender, pero al mismo tiempo, en estas atípicas y extrañas condiciones que nos ha tocado vivir, las normas siguen estando para que se cumplan.

Mientras que el no vacunarse de este virus no sea una obligación de imperativo legal, quien no quiera vacunarse que no se vacune. Pero si esa decisión de libre elección también te obliga a cumplir una serie de requisitos, por ejemplo para entrar en un país, también, como todos los demás, tendrás que cumplirlos. Que no nos gusta las normas que nos están imponiendo, ya se sabe que hay dos caminos: o votas alternativas políticas que vayan en consonancia con tu parecer, es más, te metes en política para intentar cambiar las cosas, o montas una revolución, quitas por la fuerza a los dirigentes actuales y después cambias las normas.

El problema de la revolución es que estamos ante una pandemia, es decir afecta a todo el mundo en todos los países. ¿Por qué se da el caso Djokovic? Porque el capitalismo en el que vivimos es hipócrita. Djokovic es fuente de ingresos y de grandes audiencias para el Open de Australia, si fuera el número 95 de la clasificación te aseguro que no tardaba en salir de Australia ni un cuarto de hora. Si no, reflexionen por qué aquí, en el mundo guay desarrollado tenemos problemas con los anti vacunas y en cambio en África o zonas de países subdesarrollados casi no tienen suministro de vacunas. Contra el dinero y el poder de los hipócritas poco podemos hacer.

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