Hace tiempo que no veía por la calle a Pedro Pacheco, sabemos el motivo. Pero el viernes lo pude ver y saludar mientras atendía a varias personas que se le acercaban a hablar, a charlar con él. Lo cierto es que cuando le pregunté cómo estaba me dijo "a ver si salgo de esta pesadilla, a ver si me dan pronto el tercer grado". Lo noté angustiado, quizás con la sensación de estar pagando una cuota desproporcionada, un castigo excedido. Quizás esté pagando como decía ese juego de cuando éramos niños "por mí primero y por todos mis compañeros". Un señor que estaba a su lado le preguntó: "Pedro, ¿estarás escribiendo todo, no?" A lo que contestó Pacheco: "No, lo estoy apuntando, que es peor". No ha perdido su espontaneidad y lucidez, claro síntoma de ese refrán 'genio y figura hasta la sepultura'. Y no digo sepultura porque se vaya a pudrir en la cárcel, que muchos lo desearán. Creo que el castigo debe ser siempre proporcional al delito y ahí la Justicia sabe mucho más que este que escribe. Aunque a veces, y observándolo desde fuera, se aprecian muchas desproporciones. Él debe pagar lo que tenga que pagar y cumplir con la Ley el precio que corresponda por el bien jurídico que lastimó. Pero no debe convertirse en una pesadilla.

No sé si el castigo de ir a prisión es más penoso -que lo es- que la pena de haber vivido la traición y la negación como Pedro Apóstol (no Pacheco) a Jesucristo: " Yo no conozco a ese Hombre, ni su discípulo fui". ¿Dónde están esos que tanto han comido y vivido gracias a su amigo? Los que siempre estuvieron sé que están pero a los que se colocaron y aprovecharon el tirón gracias a él cuando era alcalde no se les ve ni una ramita análoga de presencia. Todos calladitos, que ya no nos sirve para nada. Que pague él solo lo que todos comieron y bebieron. 'Más vale un muerto que mil heridos' , cuando debería ser lo contrario.

En todos los ámbitos que manejó Pacheco, instituciones, clubes, grupos, asociaciones... nadie ha podido o sabido igualarle por mucho que lo han intentado y lo intentan. No tienen arte -sólo miedo- ni sabiduría. No saben rodearse o quizás no saben liderar. En los grupos que Pacheco se desenvolvía mejor se nota la ausencia de él y de los cabecillas de grupo. En Hermandades fue una época dorada -para lo bueno y lo malo- que no volverá. El Circuito de Jerez, digan lo que digan, lo trajo él y ahí está. Hasta Juan Baquero se fue a Catar (Estado Árabe) cuando en Jerez tenemos las mejores 'catas'. En el Flamenco, desde que se fue, nadie ha apostado con tanta firmeza como lo hizo él. A día de hoy, ante la falta de apoyo, no se puede pagar ni la gasolina (gastos corrientes) de los 'Ferraris' (algunos bonitos edificios donde tienen su sede algunas peñas) que Pacheco dejó en herencia.

En cualquier caso, corresponde a la Justicia hacer un balance más completo que esta visión corta y limitada que reflejo en este artículo de opinión porque también Pacheco fastidió a muchas personas. Pero hay algo que llama poderosamente la atención, al menos a mí, y es el hecho de tener que soportar ver en libertad a alguien que comparativamente hizo mucho, mucho, mucho más daño que Pacheco, y eso también lo ve la Justicia aunque aparezca con un pañuelo en los ojos para ser imparcial. Eso también lo ve y causa una enorme desproporción al menos visto desde fuera. Sí, Arnaldo Otegui está en la calle haciéndose fotitos con sus sátiros fans. Pacheco sobra en la cárcel y vaya usté condió.

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