Línea de fondo

Santiago Cordero

Santiago.cordero@jerez.es

D. Pedro, no era la justicia, es España

La temporada actual está adulterada, aunque todo es legal

La marcha de Braithwaite la pasada semana al F.C. Barcelona es un signo más de que la competición no importa, solo importan los grandes y poderosos. Esto es muy patrio y está bien arraigado en la alta alcurnia nacional. Cataluña y Barcelona demuestran, una vez más, que son tan españoles como la capital y el Real Madrid.

En España, Cataluña incluida, el rico es el rico y el pobre tiene que estar a lo que el rico mande. Igual estoy exagerando un poco. Muchos dirán que la España de 'Los santos inocentes' desapareció con el régimen de Don Francisco, mejor llamarlo así que escribir Franco el dictador, no sea que dentro de poco decir esto último nos puede llevar a la cárcel.

El caso es que en este país si hay que rescatar a la banca se rescata y punto, se legisla lo que haya que legislar, se apaña lo que se tenga que apañar, pero se rescata. Otra cosa es rescatar, ayudar o al menos facilitar que miles de personas pierdan sus casas por no poder pagar a los bancos en un periodo de crisis grave.

Aquí si una Infanta o una alcaldesa firma un papel y comete un delito, lo lógico es llegar al consenso de que no tenían por qué saber lo que firmaban. En cambio, si una viejecita analfabeta de 80 años firma unos papeles (preferenciales) en el banco (rescatado) perdiendo todos los ahorros de su vida, entonces, para las mentes preclaras del país la vieja fue avariciosa. Fácil de explicar, que para eso tenemos el refranero nacional. La avaricia rompe el saco. De amnistías para defraudadores, de tipos impositivos irrisorios para grandes multinacionales, mientras se ahogan a los autónomos y empresarios, más vale ni comentarlo.

El fútbol, que es el reflejo de esta sociedad, es más de los mismo. Todo legal, siempre hay un artículo de la ley al que poder agarrarse, para barnizar de escrupulosamente legal la tropelía cometida. Pero si esto no fuera así, España no podría presumir de ser diferente.

El Leganés es Azarías (Paco Rabal en la película) en 'Los santos inocentes'; el Barça el señorito Iván (Juan Diego). El Lega, colista en la liga, peleando por salvar la categoría y, en un visto y no visto, a falta de 14 partidos, le pagan la cláusula de rescisión y se llevan Braithwaite para suplir la baja del lesionado Dembélé. Todo muy legal, legítimo, honrado y lógico en nuestro país. Que somos España y Can Barça más aún. ¿La competición adulterada? No, por dios (porque somos un país muy de dios). D. Pedro, no era la justicia, era y es España.

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