La Bolsa española rompió ayer con cuatro sesiones consecutivas de ganancias al perder un 0,24% y los 9.000 puntos arrastrada por los bancos, en una jornada de dudas por la resolución del Tribunal Supremo sobre el impuesto de las hipotecas, que finalmente favoreció al sector, aunque ya con los mercados cerrados.

Con la prima de riesgo en 115 puntos básicos, el principal indicador nacional, el Íbex 35, cerró en 8.988,90 puntos, tras restar 21,80 unidades, con lo que se amplían las pérdidas anuales al 10,50%.

Los bancos españoles dieron un giro respecto al lunes, cuando terminaron al alza, y cerraron con pérdidas. Sabadell cedió el 1,38%; Bankia y el Santander, el 1,14% cada uno; Bankinter, un 1,05%; BBVA, un 1% y Caixabank, un 0,81%.

En el resto de Europa hubo caídas generalizadas: la Bolsa de Londres bajó un 0,89%; París, un 0,51%; Fráncfort, un 0,09% y Milán, un 0,07%. El euro se apreció hasta 1,14 dólares.

En Asia, los principales mercados terminaron con resultados dispares, ya que Tokio avanzó un 1,14% y Hong Kong, un 0,72%, mientras que el CSI 300 de China se dejó un 0,60% debido a las dudas por el rumbo que tomará la guerra comercial entre Washington y Pekín.

Además de los grandes bancos, las compañías más capitalizadas, salvo Iberdrola, que sumó un 0,70%, terminaron con descensos liderados por Telefónica, que ha perdido el 1,20%, seguido de Inditex, con un 1,07% y Repsol, un 0,45%. Siemens Gamesa se anotó la mayor subida, al repuntar un 14,50%. Dia registró la mayor caída del Íbex al dejarse un 7,05%.

El precio del barril de crudo Brent, referencia en Europa, se abarató hasta 72,03 dólares. El parqué negoció 1.900 millones.

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