Numerosos estudiantes de las más diversas disciplinas andan estos días por las empresas haciendo sus prácticas. Aquí en el Diario tenemos los nuestros, al igual que muchas otras compañías donde los jóvenes se hacen una idea de las tareas que deberán desarrollar una vez concluyan sus estudios. Ayer mismo se podía ver por el centro de Jerez a jóvenes alumnos del Cuerpo Nacional de Policía patrullando junto a veteranos por el centro, ya fuera a pie o a bordo de un patrulla, haciendo lo propio: ver cuál es la realidad de su trabajo. A los prácticos hay que exigirles que tengan iniciativa y ganas de aprender, que vean el salto enorme que hay de la teoría a la práctica. Una cosa es tener trabajo y otra muy distinta tener oficio. Después, cuando el periodista se licencie y el agente jure el cargo ambos verán la forma en la que el oficio les va entrando en el cuerpo. Suele manifestarse cuando el colmillo empieza a retorcerse y te invade un don especial para saber quién te mete una trola, en un caso, o quien intenta escaquearse de un lugar tras liarla parda, en otro.

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