El cambio de Presidente en el Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Jerez y Manzanilla de Sanlúcar ha marcado el plano vitivinícola de la zona durante esta semana. Atrás quedó la andadura de un excelente Presidente, Beltrán Domecq. Con su talante prudente, elegante y firme en ideas ha posicionado a los vinos de Jerez en lo más alto del panorama mundial aportando la sapiencia que ha logrado durante los más de 50 años dedicados al Sector. Decir Beltrán Domecq es pensar en Jerez y en su excelencia. Un trabajo, el del Presidente, que ha reforzado la imagen de la Denominación de Origen aportándole el valor que realmente se merece. Queda aún camino por recorrer y la tarea es ardua y nada fácil. Pero si hay alguien que puede igualar la sombra que deja D. Beltrán es César Saldaña. Más de 35 años a su espalda en el Sector, los últimos como Director General de la Denominación de Origen y codo con codo con Beltrán Domecq. Un hombre afable, enamorado de los vinos de Jerez y con un conocimiento sobre los mismos impresionante. Estoy convencido de que con César Saldaña el jerez y la manzanilla de Sanlúcar seguirán subiendo peldaños en la escala nacional e internacional. Como se suele decir, los vinos de Jerez o la manzanilla de Sanlúcar no son vinos que se crían para que lo disfruten tus hijos, sino para que lo disfruten tus nietos. En ese sentido y gracias a la continuidad y la frescura que D. César Saldaña le aportará a buen seguro al Marco de Jerez, veremos los frutos que durante mucho tiempo ha ido sembrando Beltrán Domecq. El futuro es impredecible y la incertidumbre actual hace más difícil si cabe la situación de las propias Denominaciones de Origen. Pero gracias a la calidad humana y profesional tanto del Presidente saliente como del entrante acabaremos encontrando soluciones de gran calado. Muchas gracias D. Beltrán por sus años de trabajo. Y mucha suerte D. César, su éxito será el de todo el Marco.

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