Análisis

Pepe marín

Profusión de malas series y malas músicas en las televisiones

Han pasado unos meses de una información titulada 'Sobre algunos de los muchos concursos televisivos' que, centrándome en Ahora caigo, Pasapalabra y Boom, apareció en estas páginas de Diario de Jerez. Hoy, retomando el tema informativo televisivo, quiero centrarme en la profusión de telenovelas de la que la televisión privada especialmente viene llenando sus escaletas cada día de la semana, la práctica totalidad de las mismas sacadas al parecer de un mismo sello productor adquiridas posiblemente a bajo precio vistos los temas tratados, la realización e interpretación de las historias narradas , antiguas incluso en sus propios títulos: 'Tierra amarga', 'Inocentes', 'Mujer', 'Mi hija¡ y algunos otros que me resisto a seguir incluso zapeando. Series manidas vendidas como grandes éxitos cuando no pasan de ser unos tristes, antiguos y aburridos temas, tratados con la misma tristeza de sus enunciados. Viendo -o mejor sin ver- lo que hoy se ofrece con entusiasmo a la hora de su promoción, vienen a mi memoria títulos de la mejor televisión ofrecida en años precedentes: ¿Alguien recuerda la serie 'Arriba y abajo', emitida entre 1971/1975, un dechado de ambientación, realización e interpretación; o 'Retorno a Brideshead', que sirvió entre otras cosas para dar a conocer al gran actor Jeremy Irons y contar además con la intervención de un Laurence Olivier antológico. O más próximas en el tiempo, 'Friends', que aún hoy continúa reponiéndose después de haber permanecido en antena entre los años 1994/2004, la inspirada 'Fraisier', 'Las chicas de oro', pura delicia, y otras?

Otro tema que quisiera destacar es el de las malas músicas que son utilizadas para respaldar no sólo las malas series, cualquiera otra que sirva para acompañar otros espacios que cumplan su misión de entretener. Este tema viene a rubricar el trabajo de Carlos Colón aparecido en Diario de Jerez el pasado 27 de julio cuando éste da contenido a su trabajo 'Melina y Manos, un recuerdo' mediante el cual lanza un canto a la música de Manos Hadjidakis y a la voz de Melina Mercuri, actriz que fue ministra de Cultura en el Gobierno socialista griego.

Carlos Colón ofrece un íntimo aplauso a ambos, expresado en los siguientes términos: "Murieron Melina y Manos en marzo y junio de 1994, pero aquí están, ahora mismo, sonando mientras escribo, vivos en su música. Ojalá los hijos y nietos de quienes hemos vivido con ellos ofrezcan cobijo a esta luminosa, humana, feliz e hiriente música que no hace sino crecer en el tiempo". Quisiera yo poder escribir algún día algo semejante; lástima que en estos momentos, según muchas de las músicas que están respaldando el grueso de las películas y series que son ofrecidas a través de la televisión no podemos no aplaudir, ni siquiera aceptar medianamente el respaldo musical que suelen acompañar a las series antes reseñadas y a otras de las que me resisto siquiera reseñar sus títulos.

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