La fe en un escudo, en un club, está siendo premiada. Sobre todo para aquellos que permanecieron firmes ante la tormenta. Siguieron ahí pese a todo y ahora están obteniendo su recompensa. Han sido años duros, de tinieblas y de incertidumbre. Mirando más a los despachos que al terreno de juego. Han sido temporadas al filo del abismo peleando una subsistencia que no ha sido nada fácil. Pero por fin y después de mucho tiempo, el Xerez Club Deportivo, el primer equipo de nuestra ciudad está volviendo a ilusionar a una hinchada demasiado pisoteada en los últimos tiempos. Y este premio sobre todo, es para ellos. Se terminará subiendo o no. El fútbol y los resultados lo dirán. Lo que sí es verdad es que un nutrido grupo de personas han sido fieles desde el principio. No se fueron. No se quedaron en pausa, como hicimos otros. Siguieron aguantando su bandera azul y blanca y sus años de historia. Con el mismo escudo. Con el mismo sentimiento. Da igual Primera que Tercera o Regional. Ahí estuvieron, con ese alma perenne que jornada tras jornada anima a un equipo que pelea por estar en lo más alto. Ya no se habla de despachos si no es para fichajes. No hay comparativas. Solo existe un mismo rumbo. Ganar, ganar y Ganar. Y mucha culpa tiene la ilusión de Juan Díaz, Titín Gil Zarzana y José Luis Mateos. Tres 'locos' embarcados en devolver al Xerez al lugar donde merece. Y no están solos. Además de esa hinchada fiel que no abandonó el barco cuando parecía hundirse, han vuelto aquellos que esperaban tarde o temprano este resurgir. Más vale tarde que nunca. Pero honor para aquellos que no perdieron la esperanza. Honor para los que siempre honraron el escudo, pese a todo. Y honor para una afición que estuvo al lado de su equipo herido, que no muerto. Honor para ellos. La afición que no se fue.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios