"Lamentablemente que estando a punto de ascender a primera seamos tendencia en Twitter por la irresponsabilidad de todos esos que se creen más cadistas que nadie por no ser capaces de quedarse en casa pese a las recomendaciones de autoridades y prensa. Qué manera de joder el día". Esto lo publicó en la red social José Guerrero 'Yuyu', de cuyo sentimiento cadista es muy difícil, por no decir imposible, poner en duda.

Tras el vergonzoso, por peligroso e irresponsable, recibimiento de cientos de aficionados del Cádiz este pasado sábado en Carranza, como apuntó el Yuyu, se lió la de dios en internet. ¡Putos cadistas! desde perfiles con escudos rivales y ciudades cercanas a la capital gaditana. ¡Asquerosos andaluces, vagos e irresponsables! Desde perfiles publicados más allá de Despeñaderos. Incluso creo recordar que vi un tuit de algún aficionado del Real Zaragoza insultando a esa panda de borregos vestidos de amarillo. Imagino que ese mismo zaragocista habría criticado algo similar cuando su afición hizo algo parecido, pero en este caso vestidos de blanco.

Con anterioridad fueron las fiestas de San Marcial en Irún. En este caso, como no se trataba de una cuestión futbolística, pues las criticas en redes no pasaron de ¡Vascos, hijos de puta! Y todos el desarrollo léxico en torno a esa idea compleja y elaborada.

La gente de bien en este país llamado España suele pasear con gallardía por la calle principal del pueblo, ciudad o capital, sin prisas, saludando a diestra y siniestra, porque ya se sabe, la izquierda es siniestra. Españoles de bien, no añado españolas porque la tendencia ahora es que lo del género no es ¡pa'tanto! Todos, sin excepción, llevan las mascarillas en su codo (las famosas mascodillos), en la barbilla (masbarbilla), no suele faltar un señor experto en su uso que lleva mascarilla haciendo equilibrios en una de sus orejas (masorejillas). Existen, aunque se ven pocos, los atrevidos, cuya mascarilla cubre la boca dejando tan solo visible su nariz (masboquilla) y luego dicen, porque la realidad sea dicha yo no lo puedo asegurar porque no lo he visto con mis ojos, que hay gente que se cubren nariz y boca como los cirujanos en una operación. Insisto, esto no es algo que yo pueda afirmar que exista al 100%.

Pero la culpa de los rebrotes no tienen que ver con ¡putos cadistas! Simplemente nos encanta insultar a la afición contraria a la primera oportunidad. Tampoco son los ¡hijos de puta vascos!, es que no podemos permitir que quieran romper la unidad nacional igual que los ¡hijos de puta catalanes! La culpa, por supuesto no es de nosotros, ejemplares ciudadanos que usamos mascarillas en sus diferentes estilos salvo el del cirujano. Españoles (españolas sobra), los rebrotes son culpa de los nacidos fuera de España y que vinieron para buscarse la vida, incluso en ocasiones teniendo que vender incluso su cuerpo. ¡No, de Corina no estoy hablando!

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