Análisis

pepe marín

Recordando al guitarrista José María Molero

Quiero centrarme en la figura del guitarrista jerezano, fallecido hace unos días en Madrid donde tenía de años su residencia, José María Molero. En la edición de Diario de Jerez del sábado día 2, de un lado Fran Pereira y de otro Pedro Carabante supieron, con un alto grado de cariño y fidelidad, narrarnos aspectos de los más destacados momentos profesionales vividos por el guitarrista jerezano José María Molero, fallecido a los 68 años de edad; de ahí que, pasada una semana de su óbito y correspondiente información del mismo, me complace, no sin pesar por la pérdida del aún joven maestro en la creación e interpretación guitarrística, hacer lo propio desde mi conocimiento y el de una amistad que, si bien se inició hace una cincuentena de años, posteriormente sólo pudimos mantenerla viva gracias a algún encuentro producido por alguna de las venidas de Molero a Jerez. Mi recuerdo primero lo fue gracias al encuentro que, propiciado por la peña flamenca "Los Cernícalos" tuvo por marco el salón de actos conocido como Club de la Amistad -trasera del convento de Santo Domingo- en el que solían celebrarse reuniones, tertulias varias y representación de alguna que otra obra teatral, entre otras recuerdo "El abogado del diablo" y "Sólo una noche". Pues bien: en aquel salón y, antes de su marcha a Madrid como queda reflejado, el entonces joven guitarrista, a la sazón alumno de Rafael del Águila, protagonizó un recital-concierto que tuve la satisfacción de presentar. Todavía antes de su marcha a Madrid, precisamente a fin de posibilitarle la ida, la veterana peña flamenca le organizó un concierto que tuvo lugar en el conocido Edificio de los Sindicatos, en Plaza del Arenal, un encuentro en el que intervinieron junto al guitarrista varios cantaores locales, entre ellos "Nano de Jerez". Después, pasados los años, aprovechando una de sus venidas a Jerez, José María Molero fue protagonista de una conferencia recital de guitarra, así mismo auspiciado por la veterana peña flamenca Los Cernícalos, en las instalaciones de la empresa Esporsil, S. L., sita en el Parque Empresarial, de la que su gerente, Antonio Espinosa de los Monteros, guarda un entrañable recuerdo. He de resaltar que la peña flamenca "Los Cernícalos" jugó siempre un papel determinante en la carrera de José María Molero pues, junto a los encuentros reseñados hemos de destacar la organización de una Semana Cultural con la guitarra de Molero como protagonista que la referida entidad flamenca llevó a cabo en su sede de calle Sancho Vizcaíno.

Más recientemente, la inestimable colección discográfica Flamenco y Universidad, que felizmente dirige el catedrático jerezano Rafael Infante, tuvo el acierto de dedicar el número 44 de la misma al guitarrista, quien entre otros trabajos mete por bulerías la Sonata nº 8 de Beethoven, además de acompañar los cantes de Manuel Soto "Sordera" por tangos y bulería por soleá, su hijo Vicente Soto Varea cantando por ale4cgrías y Yeyé de Cádiz haciendo lo propio por caracoles. El cierre, también por bulerías, lo dedica autor e intérprete a Jerez, con el título calle Larga.

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