El trampantojo es una técnica pictórica que intenta engañar a la vista jugando con el entorno arquitectónico, la perspectiva, el sombreado y otros efectos ópticos y de fingimiento, para sustituir así la realidad. Una técnica que por lo que se ve, también es susceptible de ser aplicada a las Artes Escénicas y por consiguiente al Flamenco. O eso parece a tenor del estreno de "Vamo' allá" de la Compañía internacional "Flamenconautas" del trío Latorre-López-Kojima. Unos habituales del Festival de Jerez, que despojándose de antiguas vestiduras han buscado una nueva piel bajo la que dar forma a una nueva obra. Y sería una muy respetable apuesta la suya de no ser por la voluntaria omisión y hasta ocultación del antecedente más cercano. Ya que resulta que en el año 2004 ya visitó Jerez una compañía internacional cuyos argumentos y objetivos eran tan parecidos a los anunciados por Latorre en la rueda de prensa previa. En aquella ocasión comparecía como coreógrafo de "Inmigración" la compañía de Ángeles Gabaldón compuesta por artistas de diversas nacionalidades, entre la que se contaban nombres hoy consagrados de la escena flamenca como Chloé Brulé, Nicolia Morris, Stephanie Fuster, Francoise Soumah, Eri Fukuara o Jallal Chekara, además de Marco Vargas, Felipe Mato y Manuel Lombo, con Dani de Morón en la composición musical, Juan Carlos Lérida compartiendo coreografía con el propio Javier Latorre, dirección de escena del brasileño Fernando Lima y letras de JJ Téllez.

Hace unos meses cuando se empezó a anunciar y vender en redes sociales la propuesta de "Flamenconautas", José Carlos Morales y un servidor mantuvimos sendos contactos con Latorre para pedirle que no se mintiese ni ocultase tan descaradamente aquel precedente. Sin embargo, al leer las previas y ver como ha consumado su trampantojo, entiendo que es de justicia hacer hoy este ejercicio de memoria. Ya que tanto el coreógrafo como el por entonces director del Festival, Francisco López, parecen haber sufrido un ataque simultáneo de amnesia. Como suelen decir los más viejos del lugar por aquí, la mentira tiene las patas muy cortas.