Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

Línea de fondo

Santiago Cordero

Santiago.cordero@jerez.es

Victoria desde la derrota

Díaz Miguel sacaba lo positivo de cada momento

Una de las cuestiones recurrentes en mis artículos es analizar aspectos en torno a la derrota o al fracaso. Este es un ámbito que siempre me ha llamado la atención, entre otras cosas, porque suelen ser uno de los aspectos que más nos acompañan en nuestras vidas y, curiosamente, con los que nos cuesta más lidiar y convivir.

Es en ese saber convivir con la derrota o con el fracaso, saber afrontarlo, encararlo y superarlo, donde más me interesa el análisis. Saber y entender cómo lo afrontan deportistas, entrenadores de élite, es muy enriquecedor, porque de ahí se pueden extraer enseñanzas, métodos o formas para levantarte mejor y más rápido tras una derrota.

Recuerdo haber visto y escuchado, hace muchos años, al por aquel entonces seleccionador español de baloncesto Antonio Díaz Miguel. Toda una leyenda y un avanzado a su tiempo, íntimo del gran Bobby Knight, uno de los entrenadores americanos más reconocidos en el deporte universitario. Cuando España iba perdiendo de paliza un partido, no sé si era contra Yugoslavia o Rusia, el caso es que cuando quedaban muy pocos minutos, durante un tiempo muerto les dijo a sus jugadores algo así como "chavales este partido ya lo hemos perdido, así que desde este momento tenemos que olvidarnos de él. Quedan dos o tres minutos (no recuerdo) y quiero que os imaginéis que estamos empatados y necesitamos ganar para pasar de fase. Esto casi seguro que ocurrirá contra Italia o Grecia en los próximos días. No hay mejor entrenamiento para afrontar la realidad que nos está por llegar, que ganar lo que queda de partido. ¡Salid a muerte!".

Después he visto a muchos entrenadores hacer cosas parecidas y seguro que antes ya lo habrían hecho otros, pero yo recuerdo que aquel día, cuando lo vi por primera vez, me quedé prendado. Antonio Díaz Miguel había convertido de un plumazo una derrota vergonzosa y dura en clave de un posible éxito posterior. Los jugadores pasaron del desánimo más absoluto a la concentración ideal para afrontar momentos de máximo nivel de tensión. Había convertido un fracaso en cimientos para el éxito.

Al final, todo lo que nos sucede, sobre todo lo malo, puede alcanzar un sentido que nos beneficie. Pero nuestro foco, nuestro interés debe centrarse en buscar lo positivo, la enseñanza, en encontrar el modo de superar el obstáculo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios