El parqué
Jaime Sicilia
Tono pesimista
Tribuna Económica
Una muestra de que se ven efectos económicos por la guerra es que los bancos centrales no suben más los tipos de interés, y son cautos con la reducción de deuda en sus balances, pese a que el conflicto va a influir en el alza de los precios, principalmente a través de los combustibles. Al principio el petróleo subió a 92 dólares el barril y luego baja a 80; pero mientras que el petróleo no muestra las consecuencias de la guerra, el gas sin embargo ha subido casi un 25% con manipulaciones que parecen pensadas para hacer daño a Europa, justo cuando comienzan los fríos del invierno. La zona en conflicto tiene el 48% de las reservas de petróleo y produce el 33% del mundo, y si estos países respondieran limitando producción por motivos políticos, los precios se dispararían. Calcula el Fondo Monetario Internacional que un incremento sólo del 10% en el precio del petróleo reduce el crecimiento en 0,15% y aumenta la inflación en 0,4%. Todo se complica con la guerra palestina, pues Irán, por ejemplo, escamoteaba 1,5 millones de barriles diarios del control de las sanciones, y si ahora se endurecen, quitaría parte del alivio que esta especie de contrabando supone para los precios del petróleo.
La economía de Israel es pequeña y no va a tener el impacto de Ucrania y Rusia, pero el país se resiente por un 18% menos de mano de obra entre reservistas, evacuados, y los efectos de cierres de escuelas, disrupción en suministros, desaparición del turismo, y más gasto en seguridad; el shekelque ya era débil con las veleidades del gobierno integrista, se depreció fuertemente, pero desde finales de octubre se recupera por intervenciones de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, que han ayudado a Israel de una forma sutil y tácita, pues las reservas de divisas de Israel, aunque considerables, las devoran pronto la glotonería de los especuladores. Los empresarios, por su parte, con calles vacías y negocios cerrados, se desesperan ante la lentitud de las respuestas de un gobierno con una ideología fiscal muy conservadora. Los efectos de estas guerras que polarizan al mundo se resumen en un aumento de la aversión global al riesgo, y un efecto inmediato en la presión sobre deudores, estados y empresas, ampliándose los diferenciales de intereses para los más débiles o expuestos; se posponen decisiones de inversión, el temor hace aumentar el ahorro, se reduce la demanda y con ella baja el crecimiento y el empleo. Aún es pronto para ver este deterioro, pero algo se nota, y podemos resumir diciendo que los efectos más o menos fuertes de la guerra en Palestina sobre nuestra economía dependerán de su duración, el aumento de las tensiones en la zona, y la gravedad de ataques terroristas.
Siempre hay algo malo añadido a la permanente conflictividad en que viven, por una cosa u otra, todas las democracias. Al ver estos días las manifestaciones en nuestro país, recuerdo unas palabras del gran Gore Vidal, diciendo que el odio es a menudo más efectivo cuando se envuelve y encubre en el idioma del amor… a la patria, la unidad, justicia, igualdad, principios que manejan personas que sólo cuando pierden y se desorientan porque las cosas no salen a su gusto, se muestran tan especialmente emotivas y apasionadas.
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