Análisis

santiago cordero

El camino es la meta

El segundo clasificado es el primero de los perdedores

Solo el Liverpool y Jürgen Klopp, según algunos analistas, son los únicos vencedores de la temporada. Al mismo tiempo, hemos podido leer cómo Guardiola o el presidente del Barcelona han reivindicado la gran importancia que tiene ganar la competición doméstica frente a la Champions, para así justificar la grandísima (según ellos) temporada que han realizado.

Al final, salvo aquellos equipos que no han ganado ningún título o competición, de una manera o de otra, sacando más o menos pecho, han intentado catalogar de exitosa su temporada. He puesto como ejemplo el fútbol, pero esta forma de afrontar el éxito o el fracaso lo podemos extrapolar al resto de modalidades deportivas, donde claramente ganar es el objetivo final. Esto es también aplicable a la mayor parte de los órdenes de nuestra vida, donde las exigencias diarias, productividades laborales, exámenes en la enseñanza, oposiciones públicas y otras, nos obligan a competir.

Esta forma de entender la vida y el deporte, que nos han grabado a fuego desde pequeños gracias al modelo occidental de socialización, viene creando desde hace mucho tiempo una sociedad infeliz. El segundo clasificado es el primero de los perdedores. Así pues, porque la felicidad es una meta a alcanzar, un campeonato a conquistar es solo para el campeón, el resto somos los derrotados, los infelices.

Pero en el fondo, ni el campeón es feliz. Decía uno de ellos, minutos después de conquistar el título, incluso sudando, cuando el periodista le preguntó por el inminente campeonato de selecciones en el que iba a tomar parte: 'Esta noche toca disfrutar de esta grandísima victoria, a partir de mañana empezaremos a soñar con el nuevo reto en la selección'.

He visto a gente que toda su ilusión era tener el Iphone, estaban tristes e impacientes hasta que lo tuvieron (ganaron el campeonato), pero al poco supieron que el Iphone 2 venía de camino, el desasosiego les invadió hasta que el nuevo estaba en su poder (feliz),(infeliz) pero faltaban por llegar el 3, el 4.... no sé por qué versión va. Infelices pero benditos para el mercado.

¿Qué pasaría si descubriéramos que, resultado al margen, entrenar cada día, mejorar, jugar, dar lo mejor de uno, es motivo más que suficiente para sentirnos a gusto y alegres al final del día? Peregrinos somos y el camino es la meta.

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