Ni el cambio de Gobierno, ni la llegada de Rosa María Mateo, ni la llegada de algunos rostros y nuevos formatos. Ni por esas La 1 puede terminar el año de una forma decente. Lo hace con una polémica que no era necesaria, la de suprimir el especial de Ana Belén de la programación de Nochebuena y relegarlo al late night de un miércoles. Una decisión absurda y sin sentido. Menos mal que la cantante tuvo la valentía de hacer público lo que había ocurrido con un trabajo que no solo le concierne a ella. Para grabar un especial de este tipo hace falta, además de los cantantes, mucho equipo humano que se encarga desde el vestuario, el maquillaje y la peluquería hasta aspectos como la iluminación o el sonido pasando por los que se preocupan de que no falte ni una botella de agua. Por eso la decisión que desde RTVE tomaron a última hora y sin justificar, es una falta de respeto a todos los que componen el equipo de este especial. Y a la audiencia, por supuesto. Porque el formato ya estaba anunciado para un día concreto. Pero eso a los que mandan no les importa. Sabían que en Nochebuena La 1 tenía muchas papeletas para ser líder de audiencia y emitir un especial de Manuel Carrasco era una gran baza. Así que para ellos, objetivo conseguido. El daño a su imagen, a la de los artistas y a la de las mujeres es secundario para la corporación.

Fue la propia Ana Belén quien hizo público el motivo del cambio de emisión de Noche de encuentros. La artista aseguró a través de sus redes sociales que la razón no era otra que su alto contenido reivindicativo de la mujer, después de haber sido la propia RTVE la encargada de diseñar el programa y de promocionarlo para la noche del 24 de diciembre. Una incoherencia en toda regla. Tremendo. ¿Cómo va a evolucionar la televisión pública si se toman decisiones tan cobardes como esta? En el denominado año de las mujeres, en el año del cambio de RTVE, y con un programa musical que además contaba con hombres y mujeres entre sus invitados era muy fácil no haber entrado en este juego. Pero La 1 termina así el 2018 de una de las peores formas posibles.

Durante la madrugada del pasado miércoles, momento en el que se emitía el programa, el especial se convirtió en trending topic y la opinión mayoritaria era la de no comprender la modificación de fecha de emisión. La audiencia destacó la calidad del formato y el buen hacer de Ana Belén y de quienes le acompañaron en el escenario. Algunos de esos artistas también mostraron su descontento con lo sucedido. El programa obtuvo un liderazgo de audiencia que La 1 no merece. Al menos los espectadores valoraron el buen trabajo. Los cambios introducidos en los últimos meses en La 1 sirven de poco si siguen sucediendo cosas como esta. Relegar un programa por considerarlo feminista o mantener un horario tardío, son algunos aspectos por los que la cadena pública cierra un año del que no puede presumir. Es indignante que cambios que no son tan difíciles no se realicen. Al final al poder, sea del color que sea, lo único que le interesa es el negocio.

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