Análisis

Manuel sotelino

Un consejo tocado por el Banco

La encomienda que los hermanos mayores le hacían al consejo que preside Dionisio Díaz nada más recoger las llaves de Curtidores era cambiar la carrera oficial de Aladro a otro lugar. El presidente, incluso, en principio, comentó que no estaba en su hoja de ruta tocar nada. Pero no tuvo más remedio que trabajar en un primer proyecto. No se sabe muy bien si por la exigencia de los hermanos mayores o por las ínfulas de determinados consejeros con ganas de pasar a la historia. El caso es que la primera fue la de la plaza del Banco y quedó noqueada en el famoso pleno de la Atalaya. En una segunda intentona, ahora, y con una pírrica mayoría provocada al dividir el voto contrario, la de la Porvera también queda para la historia. Todo esto ha provocado que hasta veintitrés hermandades afectadas por itinerarios largos y problemas de horarios se quedaran en la puerta de Curtidores con las firmas recogidas para forzar un pleno que anulara la polémica carrera de Porvera.

Por si todo esto fuese poco, en el comunicado que emite el ente que representa a las hermandades jerezanas insiste en que el proyecto que ha traído el debate y confusión a los cofrades se volverá a replantear para llevarlo a cabo en el año 2020. Un enrocamiento que no beneficia a nadie y una medida que no dejará impasible a cofrade alguno, teniendo un efecto bumerán a la contra del ya de por si muy deteriorado equipo de trabajo.

De todos estos asuntos este consejo sale muy tocado. Tocado por una mayoría de hermanos mayores, por una opinión pública a la contra y también por un Ayuntamiento al que se dirigen para elevar un proyecto que no ha durado ni un mes. Por último, también se llevan el repaso del prelado, monseñor Mazuelos Pérez, que ha sido determinante y claro.

Este consejo tiene la legitimidad de seguir trabajando. Nadie le puede cuestionar su derecho a seguir en la brecha. Sin embargo, queda muy debilitado y muy arrinconado. Desde esta tribuna no es voluntad pedir la dimisión de nadie. Pero a este equipo le quedan dos o tres años con muchos sinsabores en medio de un camino angosto e incomprendido.

Nunca es tarde si la dicha es buena. Así que posiblemente ha llegado el momento en el que tendrá que primar la altura de miras y las grandes decisiones.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios