Con la procesión de la Pastora de San Dionisio dicen algunos cofrades que finaliza el curso cofrade en la ciudad. Ciertamente, unas vacaciones que bien parecen las de un trabajador autónomo si tenemos en cuenta que el próximo curso se abre, presumiblemente, con la procesión del Carmen que tendrá lugar el próximo día 16 de julio. Todo un clásico.

Aquí no se para nunca. Y tanto es así que el calendario está plagado de procesiones, traslados, pasos, pasitos y salidas extraordinarias. De aquellos años en los que D. Rafael no dejaba que se asomara una manigueta del dintel de un templo a no ser que estuviera encuadrada en los días de Semana Santa hemos pasado a una proliferación que no cesa.

A quienes tenemos la labor de informar sobre esto de las cofradías nos viene de perillas tener cada fin de semana un paso en la calle. Nos distraen las informaciones y siempre tenemos algo que contar. Sin embargo, toda esta propagación de salidas a cada fin de semana nos lleva a una reflexión: ¿Los cofrades no sabemos hacer otra cosa que no sea sacar un paso a la calle? ¿Existen otras formas de celebrar onomásticas y aniversarios?¿Es rentable sacar una procesión un día cualquiera del calendario aunque en las aceras haya menos público que cuando el 'Platanito' toreó en Las Ventas de Madrid?

Simplemente queremos hacer un alto en el camino y ver si todo esto nos robustece o, en cambio, nos hace estar en una situación social en la que muchos no creyentes nos ven como gente que sólo sabemos cortar calles.

Tanto es así que incluso hay cofrades que piensan que el Domingo de Ramos ya carece de esa ilusión que siempre tuvo. Da la sensación de ser una continuación de lo de cada semana ocurre por las calles de Jerez.

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