Algunas veces padecemos dolores que nos incapacitan de forma temporal. Se trata de afecciones que, afortunadamente, sabemos que remitirán en un tiempo. Pese a todo, esa dolorosa experiencia nos ayuda a ponernos en la piel de otros seres humanos que se duelen durante su vida del mismo dolor, de la misma imposibilidad de valerse por sí mismos. Una mala maniobra ha provocado que mi mano derecha haya decidido irse a hacer puñetas desde hace unos días. Hay movimientos imposibles, giros que generan dolor... Cierto es que tan sólo nos acordamos de lo bien que se está sano cuando perdemos dicha condición. Valga este artículo para todas aquellas personas que dedican su vida que nuestros semejantes vivan mejor dentro de sus dolencias y se recuperen si es posible. Como dijo un sabio, quien se levanta a los 50 años y no le duele nada lo más probable es que esté muerto. O quizás hechos de una pasta especial. Quién sabe. A quien le sobre de esa pasta, que vaya prestando un poco.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios