Algunos titulares del Diario de los últimos días: "Cádiz suma más positivos en 14 días que en Marzo y Abril juntos"; "Pico de positivos en Jerez con 49 contagios más en un solo día"; "Siete muertos ya en la residencia de Valdelagrana"; "En Málaga no hay transmisión comunitaria sino contagio comunitario" (¡¿?!) Titulares preocupantes; el último, además, un chiste malo.

A pesar de ello, los gobiernos autonómicos no hacen apenas nada. Solo ponen remedios parche y se miran de reojo para no ser el primero en tomar decisiones drásticas como los confinamientos. Piden que el gobierno central asuma la responsabilidad aunque, cuando había mando único, todos eran autonomistas y reclamaban autogobierno.

¿Por qué? ¡Es la economía, estúpido! Con esta frase - que le sirvió a Clinton para ganar a Bush padre las elecciones de 1992 - parece que se justifica la escasa acción efectiva. Nuestro sistema no es capaz de gestionar una situación como ésta sin poner en peligro a mucha gente. Hasta los ERTE se ponen en cuestión. Claro: sin subir impuestos no hay dinero. ¿Cuántos enfermos y muertos son tolerables?

Desescalada exprés porque había que salvar la campaña turística de verano, lo que se ha conseguido sólo a medias y a cambio de numerosos casos COVID importados. Ahora, para justificar que todo siga igual, se anuncia la pronta llegada de una vacuna. Pero ¡ay! se va a retrasar porque algo va mal. Por cierto: hay enfermedades como el SIDA que aún no tienen vacuna. Se manda distancia social… salvo en trenes, aviones ¡y colegios! Las medidas efectivas no llegarán hasta que se saturen los hospitales y suban más los decesos. El ínclito consejero Aguirre (el de transmisión no, contagio) ha prometido 8.000 rastreadores ¿Ahora?

Y encima algunos son negacionistas. ¡Vaya tela!