Hay artistas de reconocida valía que no gustan a la gente joven. En la variedad, dicen, está el gusto. Y es completamente cierto. La mayor parte de las veces no los valoran porque, simplemente, son del gusto de sus mayores y ellos lo que quieren es cambiar. Pese a todo, pese a la desesperación interior que nos pueda causar, hay que intentar sacar el jugo, la esencia a esa música nueva que, al menos para ellos, relega lo magistral al más absoluto de los olvidos. Todo es cuestión de tener la mente abierta pero sin olvidar que hay que sembrar. Hay que decir, "ven chico, escucha esto, ¿qué te parece?". La respuesta será, a buen seguro, negativa pero al menos se estará haciendo una apuesta de futuro. Porque pasados unos años puede que ese chaval de las entrañas de su madre te llegue y te diga: "Oye, pues ese Chuck Berry... ¡es la caña!". Y una explosión de júbilo interior y una sonrisa condescendiente te iluminarán el rostro. Y responderás: "Sí, el viejo Chuck era un artistazo".

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios