A mi hijo Telmo: un año sin ti

Uerido Telmo:

Hoy hace un año que el destino decidió separarnos para siempre, pero el amor que siento por ti sigue intacto. Cada día que pasa, mi corazón late con la esperanza de que algún día volveremos a encontrarnos.

La casa se siente tan vacía sin ti... En mayo hizo un año que me hiciste un regalo donde que puede leerse “la mejor madre del mundo vive en esta casa”. Pero te equivocaste, caiño mío, el que vivía en esta casa eras tú, el mejor hijo que una madre podría desear.

Estoy muy orgullosa de ti. Tus clientes de la bodega siguen preguntando por ti, y también tus amigos, esos que a ti se te llenaba la boca hablando de ellos, te recuerdan con cariño a diario, no se olvidan de ti.

No quiero que te preocupes por mí, hijo. Estoy muy bien cuidada, aunque la tristeza y la soledad no me las puede quitar nadie. Solo me consuela pensar en el día que volvamos a estar juntos.

Te echo mucho de menos, cariño mío. Ni puedo ni quiero vivir sin ti.

Te necesito, no puedo estar más tiempo separada de ti. Perdóname, hijo mío, por todo lo que te haya podido hacer sufrir.

Te he querido, te quiero y te querré siempre, cariño mío, hasta el final.

Millones de besos. Tu madre, María.