Todoslos organismos políticos y económicos casi sin excepción no paran de repetir que nos espera un largo y crudo invierno. Inflación desbocada, hipotecas como nunca las sufrimos, energía y combustibles a precio de oro, cesta de la compra básica disparada, autónomos ahogados, el paro subiendo a pesar de la reforma laboral que iba a acabar con la precariedad, agricultores y ganaderos cerrando explotaciones por no poder asumir los costes de producción y cada vez más personas acudiendo a la ayuda solidaria del prójimo.

En Jerez son ya casi nueve mil personas las que necesitan el Banco de Alimentos, pero otras muchas las que acuden a diario a Cáritas, Cruz Roja, a las Hermanas de la Cruz, Hermandades y decenas de asociaciones civiles que ayudan a los más vulnerables de nuestra ciudad. No sólo por alimentos.

El Gobierno de la gente- que es la última ocurrencia de la Moncloa- y los muy cafeteros de la izquierda socialista que repiten su consigna, nos dicen a diario que la culpa es de la guerra, del cambio climático y de la derecha capitalista y egoísta. Que estaríamos mucho peor si no gobernaran ellos. Cuando lo hacía Rajoy y salíamos de la larga crisis de 2008, la luz subió un 4%.

El hoy presidente pidió la dimisión del Gobierno por una intolerable agresión a la ciudadanía, por el atraco a la población de las insaciables eléctricas. Sus terminales ideológicas repetían en prime time cada día que miles de personas morían a causa de la pobreza energética. Podemos lo utilizó largo tiempo como bandera, acusando al Gobierno de matar a la gente de frío.

Hoy, que mal pagamos la luz un 400% más cara, la izquierda en el Gobierno no habla de pobreza energética, ya no hay muertos ni vemos en sus medios aquellos largos reportajes de gente aterida de frío. Ahora todo es culpa del cambio climático y de Putin. Qué oportuno.