Pilar Larrondo

Un lugar en el que refugiarse

in & OUt

26 de abril 2020 - 01:44

Tal vez usted se de esos que ha sentido la llamada de la gastronomía y pase los días de confinamiento trasteando entre fogones. Cualquier extraña y novedosa receta le parece una ventura digna de ser vivida. Servidora, que después de cocinar deja el campo de actuación completamente devastado, ha preferido la lectura. No con afán de convertirme en Conan, la culta, como se autodenomina una íntima amiga que se pasa el confinamiento entre libros y rutinas de gimnasio, más bien por volver a ese lugar en el que tantas veces me he refugiado.

En mi casa la lectura siempre ha sido un hábito instaurado. Por las manos de la matriarca del clan han pasado desde los componentes de un champú hasta los clásicos de Dickens (ahora anda con Dumas). Ella se lo lee todo y yo siempre quise ser como ella. Me inicié con Manolito Gafotas, como la mayoría de los de mi quinta, y desde entonces no he parado. Siempre he pensado que leer te regala unas herramientas para enfrentarte a la vida que sólo encuentras en los libros. Además de, por su puesto, contribuir a la formación del individuo, esa que a veces queda inconclusa en las aulas. Pero ese es otro cantar. Hoy no vengo a recomendarle que lea para ser un erudito o para que luego presuma de haber leído el Quijote.

Hoy le recomiendo que lea para salvarse. De usted mismo, de la situación, de la pena y de la rabia. Porque cuando uno lee se adentra en otro universo y su imaginación se encarga de hacer el resto. No hay más mundo que el que le ofrecen las páginas. Por eso, lea para crearse un mundo de fantasía que sea sólo suyo. Crea en ese mundo de fantasía porque, cuando el mundo real se haga demasiado duro para soportarlo, siempre podrá refugiarse en su imaginación. Y ahora, que no tiene con quién relacionarse ni conoce otro espacio que no sea el de su propio hogar, los libros y su imaginación le darán un momento de tregua ante tanta incertidumbre. Hay personajes e historias que le devolverán a la vida. No se quede sin darse el gusto.

stats