Análisis

el gómez de jerez

A la memoria de mi compadre Juan Parrilla

Ami compadre Juan Parrilla: Aún no puedo creerme que ya no estés con nosotros, que te hayas ido así de pronto. Me vienen a la mente muchos recuerdos, muchas vivencias, muchos buenos ratos. Creo que aquellos dos años que compartí contigo en Marbella trabajando fueron de lo mejor de mi vida, a pesar de nuestras discursiones, nuestros rollos, pero siempre con cariño.

Me diste la oportunidad de dirigir el tablao a las pocas semanas de llegar a Marbella y aquella experiencia, aquellos ratos, se quedarán para los restos, porque al final, aunque teníamos nuestras peleas, siempre terminábamos riéndonos. Recuerdo que más de una vez terminaba de trabajar y te decía, 'ya no canto más, Juan porque me traes asfixiado'. A lo que él me respondía: 'Vale, vale, siéntate aquí conmigo y tómate un whiskycito'. Me sentaba con él en el público y cuando veía que algo estaba mal en el cuadro, me volvía a subir arriba y empezaba a arreglar aquello o me ponía a cantar.

Al final me decía desde lejos: 'Cómo te conozco'. Por cosas como esas le tengo mucho que agradecer. Me recogió en Santiago a principios de los setenta con mi maleta, me llevó a Marbella y era tal el feeling que teníamos que con la mirada nos hablábamos. Y así durante aquellos dos años, hasta que Mario Maya me llevó con él a Torremolinos.

Me da mucha pena no haberme despedido de ti personalmente por culpa de esta dichosa pandemia que nos tiene a todos locos y asustados. Nos veremos ahí arriba, compadre, aunque espero que sea muy tarde. Desde aquí quiero dar mi pésame a tu mujer Juana y a tus hijos. Besos al cielo. No te olvidaré Juan.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios