P style="text-transform:uppercase">or el repentino cierre de Casa Petra. Emblemático santuario de los curdelas mas auténticos de nuestra ciudad. Junto con el Gallo Azul (salvando las distancias) ha sido un referente único e irrepetible. ¿Quién no ha pasado por la calle Porvera y ha visto ese grupito fiel día a día saboreando los caldos de la tierra con rostros decorados en sus cachetes colorados y narices llenitas de preciosos puntitos capilares? ¿ Quién no ha pedido un vazo o cortito de vino en Casa Petra? ¿Cuántos hígados han pasado y destilado por ese singular punto de encuentro? Las historias y confidencias que allí se hicieron quedarán en sus muros y tabiques colmando de psicofonías fantasmales cada rincón del inmueble. Una vez más se evidencia que la ley Boyer está haciendo estragos en muchas de nuestras señas de identidad. Ya tuvimos que prescindir de rincones estratégicos por motivos parecidos como el caso del Maypa, Adeli, Tabanco Plateros. Todos ellos reconvertidos para mejor aunque en otras ubicaciones. Esperemos que eso también suceda con Casa Petra y pronto podamos conocer su nueva ubicación. Que por lo menos no nos quiten lo bailao. Desde el pueblo natal de Zurbarán con Romero Lope, Arévalos Reyes y De la Calle Yerga os deseo buen domingo y vaya usted condió.

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