Después de ver y oír multitud de procesiones, observo que no hay tantos generales y almirantes para tantos fajines que llevan las vírgenes. No se deberían mostrar signos y símbolos de hechos sangrientos contra la población en imágenes religiosas. Me gusta la cultura popular de la Semana Santa. Es una conjunción de colores, olores, música, emoción, imágenes, flores, historia de siglos. Algo muy popular. Me chocan, siempre, el lujo, la exageración de los signos reales en las vírgenes dolorosas. Tantas joyas, algunas falsas; tanto lujo en las túnicas de los nazarenos y cristos que distraen de lo que representan. ¡Qué bonito, qué lujo, qué elegancia, qué belleza!, '¡Qué levantá, qué revirá, qué larga chicotá…!'. En los Hechos de los Apóstoles se dice: "…se distribuía a cada uno según su necesidad". Carlos Marx en 'Crítica del programa de Gotha' decía: "De cada cual según su capacidad, a cada uno según sus necesidades". Pues eso.

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