Leo esta semana con asombro que las oposiciones a docente en algunas comunidades se han visto salpicadas por la enorme cantidad de faltas de ortografía de sus aspirantes. Sinceramente, no me sorprende, porque cada vez es más común ver este tipo de errores en algunos textos. Y no me refiero a las redes sociales, uno de los causantes según los expertos de la lengua, de este mal, sino a personas con titulación o que ostenta un rol y estatus social y laboral alto cometiendo errores de ortografía, ya no leves o por despiste, que puede pasar (reconozco que alguno se me ha pasado) sino de extrema gravedad. ¿Leer más? ¿Escribir más? Son las opciones que proponen desde la Real Academia de la Lengua, pero lo cierto es que nuestra sociedad está llevando, sobre todo a los más jóvenes, a admitir como válidos errores graves de escritura, en un porcentaje elevado por esa manía de reducir caracteres en aplicaciones como whatsapp, twitter o facebook. ¿Tendrá esto solución? Espero que sí. Mientras, el mejor remedio siempre es un buen libro.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios