Tras las elecciones catalanas, he oído en varias ocasiones que la 'culpa' de que haya una mayoría independentista en el Parlament es de la Ley D'Hont. Qué culpa tendrá el pobre jurista belga Victor D'hont que hace más de un siglo ideara un sistema proporcional de recuento de votos para asignación de escaños que utiliza el grueso de democracias del mundo. El problema radica en la asignación de escaños por circunscripciones (es decir, por provincias) ya que no se hace un reparto proporcional a la población sino que se aplica un factor de corrección en favor de las zonas menos pobladas. Y esto último no lo ideó el pobre D'hont sino los políticos que aprobaron las normativas electorales. Así, cuesta más sacar un diputado en Barcelona que en Girona; pero también pasa lo mismo en la provincia de Cádiz respecto a Soria. Aquí nadie lo cuestiona porque ni en el sur del sur ni a orillas del río Duero ganan candidaturas independentistas que hagan declaraciones unilaterales de independencia. En todo país existe el mismo problema, un desproporcionado reparto de escaños.

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