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Análisis

José suárez peña

La primera guitarra de morao

'Don Guindo' era barbero y una persona muy querida en el Arco de Santiago

Haciendo memoria de la barbería del peluquero Francisco Rosillo Padilla 'Don Guindo' en el gitano Arco de Santiago, tengo que decir que allí ocurrieron muchas cosas flamencas culturales, porque 'Don Guindo' era un hombre polifacético. A lo gitanos, cuando nos 'pelaba' nos hacía un cuello que para nosotros era muy bonito y muy gitano. Jamás nos arreglábamos en otra barbería. Este hombre con arte en sus manos, porque era muy aficionado a la guitarra, hacía sus pinitos, y también hacía perchas para los pajarillos y asientos de sillas de mimbre y era muy aficionado a los toros. Por eso, cuando hablaba, hablaba con fundamento. En aquella barbería paraban muchos gitanos, artistas y no artistas, como Paco Laberinto, El Borrico, Diamante Negro y su padre que cantaba muy bien, El Sernita, Rafael 'El Carabinero', Tomás Torre, Diego 'Regalao', Ramón de Paula, Tío Cabeza, Perico 'El Cochocho', mi abuelo Diego 'El Arqueño' o el Morao, padre de Manuel y Juan Morao. El Morao cantaba muy bien, cuando surgían aquellas reuniones en su casa de Marqués de Cádiz y sobre todo cuando su mujer, La Maora, ponía una caseta en la Feria. 'La Maora' guisaba las habichuelas con arroz para chuparse los dedos y su menudo era exquisito y popular en Jerez. De hecho, por su caseta de feria pasaban artistas, toreros y señoritos para probarlo. Hasta en Sevilla era reconocido por los entendidos gastronómicos.

Me refiero a esto porque los primeros pasos de Manuel Morao, que ahora recibirá la Palma de Plata en Algeciras y hace unos meses fue nombrado Hijo Predilecto de Jerez, fueron en el Arco de Santiago, concretamente en la barbería de Don Guindo. Sí, su padre lo llevaba a ver al maestro, que era como se llamaba antes a los barberos, cómo tocaba la guitarra. Aquel niño tenía el gusanillo en sus entrañas y en su mente y ver a Don Guindo fue suficiente para despertar en él ese amor por la guitarra.

Manuel Morao se fue enriqueciendo y soñando con el bordón y la prima y llenando su alma de deseos de ser admirado y de triunfo, de ilusiones. Y ¿saben a quién compró su primera guitarra? Pues señores, al gran barbero del barrio Don Guindo. Me dijo Morao que la guitarra que su padre le compró a 'Don Guindo' era vieja, pero la acariciaba y cuidaba como si fuera su ser más querido, porque soñaba con la silueta de la guitarra y ser algún día lo que todo buen tocaor sueña, y ahí lo tenemos, maestro de maestros, con estilo propio y profundo, clásico del más puro toque de la guitarra.

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