Análisis

fernando faces

San Telmo Business School

De la represión a la trampa financiera

Malos tiempos para los depositantes, que ven expropiado su ahorro por la represión financiera de los bajos tipos de interés. La represión financiera del ahorro en depósitos y activos financieros monetarios se produce cuando el tipo de interés es inferior a la tasa de inflación. En esta situación mantener el dinero en depósitos bancarios es un mal negocio. Al ser la inflación superior al interés que nos paga el banco, el dinero va perdiendo valor con el transcurso del tiempo. La represión financiera de los ahorradores es la consecuencia de las políticas monetarias de los bancos centrales de tipos de interés próximos a cero o negativos. Para los bancos centrales es un daño colateral soportable a cambio de estimular la economía y estabilizar los precios.

No piensa lo mismo el jubilado que contaba con los intereses de sus depósitos para complementar la pensión. La represión financiera conlleva un desvío de renta y riqueza desde los ahorradores a los deudores. La represión financiera la utilizan los gobiernos para reducir el valor real de su deuda. La represión financiera también implica transferencia de renta desde los países con excedente de ahorro (Alemania ) a los países endeudados (Grecia, Portugal, Italia o España). Existen otros mecanismos de represión financiera utilizados por los gobiernos para abaratar su deuda: los coeficientes de inversión de la banca, el control de capitales y otros mecanismos de intervención del sistema financiero.

Para los ahorradores el riesgo es que tratando de evitar la represión financiera se vean atrapados en otra trampa financiera. Para los pequeños depositantes e inversores la nueva trampa financiera es que dada la nula rentabilidad de sus depósitos decidan migrar hacia activos con mayor rentabilidad y riesgo. Ya que, una vez instalados en este tipo de activos, sus lamentos pasarán de quejarse por los bajos tipos de interés a suplicar que no suban, ya que el precio de los activos de renta fija es inverso y desciende cuando aumentan los tipos de interés. Situación que tarde o temprano llegará. Cuidado con cambiar el perfil de riesgo en plena crisis, ya que nos puede coger el toro dos veces.

Las políticas monetarias expansivas de tipos de interés cero o negativos, que deben de ser extraordinarias y temporales, tienen otros efectos colaterales negativos como la financiación de inversiones de baja rentabilidad, que serán ruinosas cuando empiecen a subir los tipos. Los tipos de interés excesivamente bajos conducen a una mala asignación de los recursos, al exceso de activos improductivos y como consecuencia a la baja productividad de la economía.

Pero quizás el principal inconveniente de las políticas expansivas prolongadas en el tiempo es que animan al sector público a endeudarse más y a eludir la reformas estructurales que necesita el país. La gran paradoja es que habiendo sido el exceso de deuda la causa de la reciente crisis, diez años después, la deuda global ha aumentado un 60% , la inflación continúa estancada, se han creado burbujas en los mercados financieros , el crecimiento mundial se ha desacelerado y acecha el temor a una nueva crisis financiera.

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