Análisis

Carmen pérez

La salida a Bolsa, ¿un reto para las pymes andaluzas?

El Observatorio Económico de Andalucía organizó ayer una sesión para dar a conocer con mayor profundidad a BME Growth, la bolsa específicamente diseñada para pymes en expansión. Sólo cuatro empresas andaluzas -Tier1, Clever Global, Secuoya y ADL Bionatur Solutions- cotizan en dicho mercado, lo que supone una representación muy escasa para la importancia relativa de la economía andaluza: ¿por qué tan pocas empresas dan este paso en nuestro territorio?

BME Growth es un mercado orientado a empresas de reducido tamaño, con una regulación, requisitos y costes adecuados para ellas, de manera que puedan optar a financiarse en los mercados. Así, y según señaló su director, Jesús González Nieto-Márquez, la empresa que acude a BME Growth factura entre 20 y 40 millones de euros y con un Ebitda de entre 2 Y 4 millones, aunque estos son datos medios con mucha dispersión: coexisten compañías valoradas en 10 millones de euros y otras que superan los 600. Pertenecen a todos los sectores, aunque predominan las tecnológicas, las del campo de la salud, las de energía y del sector de telecomunicaciones.

Como la aparente complejidad que entraña el proceso es uno de los motivos que disuade a la pyme a acercarse a la bolsa, la legislación ha previsto que deba contar con un Asesor Registrado, una especie de tutor que la prepara para dar el salto (deben ser S.A., auditadas, con las acciones totalmente transmisibles, y con cierta proporción de acciones distribuidas entre inversores) y le asiste en la elaboración del documento informativo inicial y durante todo el tiempo que se mantenga en el mercado.

Aún con esa asistencia, el camino no es fácil, afirmó Eduardo Fuentesal Ñudi, presidente del Consejo de Tier1, que contó de primera mano cómo se había desarrollado la salida a bolsa de su compañía y el reto que representa estar cotizando. Aparte del proceso y costes del momento inicial, afecta a la gestión del negocio, produciéndose una cierta pérdida de agilidad porque exige mayor burocracia, más normas que cumplir y mucha información que trasmitir. También implica mayores costes y exige dedicación para captar y fidelizar a los inversores.

Pese a todo ello, el resultado ha sido muy positivo. A Tier1 le ha supuesto adquirir notoriedad, posicionarse en el sector y ser visible internacionalmente. Además, ha podido contar con una valoración objetiva para abordar operaciones corporativas. Asimismo, le está posibilitando alcanzar una estructura accionarial óptima y conseguir financiación para desarrollar su crecimiento.

Pocas empresas andaluzas han utilizado esta alternativa bursátil, quizá por desconocimiento, quizá por la idiosincrasia de los empresarios andaluces, extraordinarios pero muy discretos, a los que la exhibición pública que exige el mercado puede no encajarles. Sin embargo, deberían tener presente que si cuentan con un proyecto de expansión, con recorrido a largo plazo y escalable, la bolsa constituye una herramienta potentísima para crecer. También resulta una interesante oportunidad para asegurar, sin comprometer el control, la continuidad de las empresas familiares por la disciplina que supone estar cotizando.

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