Jerez íntimo

Marco Antonio Velo

marcoantoniovelo@gmail.com

Abundio, tía Paca y el doctor Gálvez

Alfa: Habitamos una sociedad -¡esta sociedad hodierna y no moderna del siglo XXI!- en la que Abundio abunda, interfiere, se cuela de rondón, trepa, determina y predetermina, juzga y prejuzga y a menudo hasta dictamina con voz unilateral y mando en plaza. Uso la locución verbal “ser más tonto que Abundio” como podía haber elegido la ídem referida a Panete o a Pichote. Tanto monta. En ‘Luces de Bohemia’ ya el Valle-Inclán más barroco y más castizo visionaba el derrumbe moral de gringos y europeos. Hasta concretizar sobre los conciudadanos españolitos de la piel de toro. ¿España, “un pueblo es, un pueblo es, perdido en la estación del tiempo esperando sin dueño a que amanezca”, como cantara María Ostiz? España, hoy, sigue balanceándose entre la desestructuración de su esencia y la redefinición de su identidad. Ya lo vaticinó Unamuno.

Si tomas café con jerezanos cabales que peinen y repeinen canas, la práctica totalidad andan en jaque sacudiéndose los sofocones por la cosa nacional. Por no decir -lagarto, lagarto- nacionalista. Un desayuno incluso de trabajo a veces se convierte en la válvula de escape de la zapatiesta de cada cual. Anda preocupada la gente de bien, ¿digo verdad, don Fernando Barrera Cuñado? No por sí misma sino por los hijos y por los nietos. ¿ Qué mundo o submundo les tocará vivir? El Imperio – de la descreencia, del novo Becerro de Oro, de la descortesía social, de la picaresca- contraataca. Se abre la veda a favor del relativismo supremo. La amoralidad juega en casa. Los valores humanos son un sistema en desuso. Sin apenas anatomía ni fisiología ni morfología. ¿Change? Sí, pero de órbita, de Era, ¿de milenio? En Jerez se habla más de la nación de naciones que de la urbe. Me congratula escuchar a los veteranos de la Villa y la Corte. Quizá porque, como afirmara Napoleón, cada edad nos otorga un papel diferente.

Beta: Muestro mis condolencias al amigo y compañero Domingo Díaz Barberá por el recentísimo fallecimiento de Francisca Díaz Pozo, la anónima tía Paca. El anonimato es signo de distinción. Es procesión por dentro y dignidad por fuera. Es ausencia de derivas y de riberas. Es sideral discreción. Y sincronía de libertad. La tía Paca construyó Jerez desde la balconada del amor a los suyos y la hacendosa integración en la particular Iglesia doméstica, cuyo vértice y cuyo atrio tantísimo propugnara el obispo don Rafael Bellido Caro. Paca era devotísima de Jesús del Prendimiento – la Hermandad que hoy aglutina a cinco candidatos a Hermano Mayor en liza- y de la Virgen de la Milagrosa. Ahora descansa en la paz del Señor de las manos atadas. Que es hacerlo en la nacarada conciencia del Jardín del Bien.

Gamma: Reflexión a contracorriente. Ni ge ni ja. Contra la absurdez del reduccionismo ex cátedra, mejor poner pies en polvorosa. A pensamiento único, plato único: las lentejas cuyo cuchareo ya sabes: o las tomas -hasta que borboteen por las orejas- o las dejas con plantón nada platónico. Quinta marcha frente al discurso tóxico.

Delta: Grupo Clínicas Beiman no para de sumar especialidades. En puridad no interrumpe el ritmo de trabajo en pro de la salud de quienes confían en la calidad de sus renombrados profesionales. En Beiman la actividad -así como el fulgor creativo del rayo poético de Miguel Hernández- no cesa. Ahora añade la especialidad de Neumología en el centro de Jerez: con el prestigiosísimo doctor José Gálvez a la cabeza. Guadalcacín reparte salud a raudales. Con otra novedad reseñable: la unidad Beiman Ecografía Emocional. Las futuras e inminentes mamás podrán ver con todo detalle las caritas de sus bebés antes de acunarlos en brazos. Gracias a las ecografías emocionales de última tecnología. Léase la 4D. ¡Esto sí que es hacer sonreír el latido del corazón materno!

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