La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Agonía entre risas

La agonía de enfermo desatendido recuerda que las negligencias son la tercera causa de muerte en EEUU

Lo que ni los nazis ni los japoneses hicieron con James Dempsey lo hicieron las enfermeras del Centro de Salud y Rehabilitación del Noroeste de Atlanta: dejarlo morir tras una larga agonía mientras se reían de su sufrimiento sin prestarle atención ni ayudarle. No hubiera sido de extrañar que si este veterano de la Segunda Guerra Mundial que sirvió en la Marina hubiera caído mortalmente herido o hubiera sido hecho prisionero habría tenido un final similar: agonizar larga y dolorosamente mientras soldados deshumanizados por los horrores de la guerra, por su ideología o por sus códigos de conducta se reían de sus sufrimientos. Pero resulta que James Dempsey sobrevivió a la guerra y tras exponer su vida en defensa de su país tuvo una larga existencia de ciudadano trabajador y contribuyente. El pago recibido por este veterano de la guerra y anciano trabajador fueron la desatención y las carcajadas de las enfermeras, que tardara más de dos horas en recibir atención médica y que, como consecuencia de ello, muriera esa terrible noche a los 89 años. Los boches nazis o los fanáticos japos tomaron esa madrugada forma de enfermeras.

El centro ofreció la versión razonable a la familia -falleció correctamente atendido tras hacer lo posible para evitarlo- y esta lo creyó. Hasta que uno de los hijos vio las imágenes de una cámara oculta que había instalado en la habitación. Aunque los hechos se remontan a 2014 no han sido conocidos, y las terribles imágenes difundidas, hasta fechas recientes. Y un escalofrío de horror ha recorrido Estados Unidos. Que se tratara de un anciano veterano de guerra ha multiplicado la indignación en un país que no se avergüenza de su patriotismo democrático. Este hombre combatió en una guerra necesaria y justa de la que los americanos legítimamente se enorgullecen y a cuyos combatientes honran por perder o arriesgar sus vidas en defensa de su patria y de la libertad.

A este horror ante la inhumanidad sádica y a este escándalo por el trato dado a un anciano veterano se suma la creciente alarma por la mala calidad de la asistencia sanitaria: según un estudio de la Universidad John Hopkins, publicado la pasada primavera en el British Medical Journal, un cuarto de millón de personas mueren al año en Estados Unidos por negligencias médicas, siendo la tercera causa de fallecimientos en dicho país. Pavoroso. Y con Trump en la Casa Blanca pocas esperanzas caben.

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