La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

Ahora, lo que diga Iceta

Sánchez llega a la campaña con una ofensiva 'antiindepe', pero corrige su programa para contentar al federalista PSC

Dificultadas la vía de la confrontación derecha-izquierda y la vía de la dialéctica bloqueado-bloqueadores, Pedro Sánchez se ha puesto en modo España y encara la campaña electoral propiamente dicha (la campaña real la abrió al día siguiente de triunfar su moción de censura) mostrando firmeza con los enloquecidos independentistas. Hasta que llegó Iceta.

Lleva semanas, Pedro, enseñando los dientes a Torra y demás mártires de la secesión catalana: respeto absoluto a la sentencia del procés, descarte del indulto, reactivación de la euroorden contra Puigdemont, teléfono descolgado al pejiguera de la Generalitat... Horas antes de la campaña se actúa contra la entelequia de la república digital, se asume la defensa jurídica de policías y guardias civiles agredidos en los disturbios o investigados por su actuación en ellos y se impugna el debate en el Parlament contra la sentencia (antes se esperaba a la celebración). Hasta que llegó Iceta.

Ya conocen el episodio: el martes circuló un programa electoral del PSOE del que había desaparecido cualquier alusión a las Declaraciones de Granada (2013) y Barcelona (2017, firmada por Sánchez e Iceta), con sus sucesivos guiño federalista, apelación a la reforma constitucional y bendición del Estado plurinacional. Lo lógico cuando el lema de campaña es España, Ahora sí y cuando se presenta uno como campeón del constitucionalismo.

Pero esa misma tarde Miquel Iceta reclamó lo suyo -por teléfono, a Cristina Narbona, presidenta del PSOE-, que no es sino retomar la opción federalista para recuperar protagonismo en Cataluña, quizás de la mano de una ERC pragmática a la fuerza (la vocación inequívoca del PSC desde su nacimiento). Reclamó y obtuvo, porque el programa socialista se cambió para cobijar la reivindicación de los socialistas catalanes con la fórmula, suficientemente ambigua, de comprometerse a "las reformas necesarias para un nuevo impulso del autogobierno". Margarita, la burra al trigo.

Dada la singular relación de Pedro Sánchez con la verdad, el presidente del Gobierno explicó el incidente por la excesiva transparencia que a veces tiene el PSOE, que filtra un programa electoral cuando aún no está terminado. Con lo cual añadió a su inconsistencia y relativismo una buena dosis de frivolidad. ¿Cómo vamos a aceptar que la respuesta al principal problema político de España se dejase para última hora y se zanjara con una llamada de móvil?

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios