Persiguiendo un sueño

Alberto Espinosa García

Ahora…

Ahora que pasear por las calles del centro de la ciudad es hacerlo bajo la lluvia de la melancolía y del frío envuelto en esperas..

Ahora que las luces de los árboles de Navidad de los salones se andan agotando y están como locas queriendo volver a su vieja caja de cartón..

Ahora que los papeles de regalos son un recuerdo donde la ilusión se quedó a dormitar por unas horas.. y la cara de felicidad del que recibió ese presente es un tatuaje en el altillo de las sonrisas.

Ahora que las prisas, las colas y los tickets regalos son un recuerdo anclado a los riñones y a las plantas de los pies..

Ahora que los villancicos reposan en la alacena de las nostalgias..

Ahora que los Tres Reyes de la Ilusión no persiguen ninguna estrella, ni tienen prisa por llegar a ningún sitio y andan preguntándose el uno al otro con qué regalo estará jugando el Niño Dios.

Ahora que los horarios se vuelven a condenar a los relojes de arena de la rutina..

Ahora que no recibimos decenas de mensajes por compromiso y nuestros dedos vuelven a recuperar su voz muda..

Ahora que los hogares están ordenados y de nuevo abrimos las ventanas al horizonte para ver cómo sigue latiendo el corazón del mundo..

Ahora..

Ahora es el momento de coger aire, de ponerse frente al espejo de lo vivido y buscarse esa nueva arruga que seguramente nos salió de tanto reír, de tanto beber, de tanto desear, de tanto compartir.

No te maldigas por ello, porque ahora es cuando te tienes que dar cuenta de que sin estar vivo hubiera sido imposible vivir lo que has vivido en estos días; todos nos hemos tomado un respiro, pero es hora de regresar para seguir caminando.

Y recuerda: la vida no está envuelta por un moño, pero sigue siendo un regalo.

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